Queridos Rosa, Fernando y Carlos:
Tras releer el comunicado de UPyD sobre la decisión de ir en solitario a las próximas elecciones rechazando ir coaligado con Ciutadans quisiera como militante de UPyD y miembro del Consejo Político manifestar mi total acuerdo con dicha decisión. Si bien la coincidencia con ella no se basa en los mismos criterios aportados por el comunicado al cien por cien.
UPyD es un proyecto de mayor calado que Ciutadans y propone una reforma de la Constitución, de la Ley Electoral y una regeneración democrática, pero su deseo de transversalidad es el mismo que el de Ciutadans. Me explico: Afirmar que Ciutadans es de Centro-Izquierda no es real ya que la única referencia que realiza a dicho segmento es en el preámbulo de su ideario al explicar el por que de su aparición y pone como tercera causa “el vacío de representación que existía en el espacio electoral de centro-izquierda no nacionalista” es decir, lo mismo que decia Rosa Diez al afirmar que “venimos de la izquierda y que seguirá siendo socialista”; no hace sino justificar el origen del proyecto.
Afirmar que UPyD es transversal y Ciutadans no, se cae si leemos en el ideario de este ultimo su definición: “El ideario básico de Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía se nutre del liberalismo progresista y del socialismo Democrático” si nos vamos al Manifiesto de UPyD encontramos: “nosotros preferimos hablar de progresismo en vez de izquierda o derecha……. nos gustaría ser capaces de aprovechar los elementos positivos de unos y de otros, pero sin tener que cargar con sus prejuicios y resabios reaccionarios, que existen en los dos campos”.
No aparece la palabra “transversalidad” en ninguno de los dos documentos y Rosa Diez en declaraciones a 20minutos y otros medios afirma “Ideológicamente UPyD lo conformarán gentes “de la izquierda moderna y del liberalismo igualitario".
Entiendo pues que ambos partidos están en el mismo y amplio espacio ideológico y por tanto la razón para no ir juntos, no es el supuesto izquierdismo de Ciutadans, máxime si existe un grupo autodefinido de izquierda progresista que salió de Ciutadans en el último congreso y sus miembros mayoritariamente se afiliaron en UPyD (como es mi caso).
Es más, la deriva de Ciutadans con Albert Rivera al frente solo puede suponer su derechización, mal que le pese a Francesc de Carreras su mentor político.
Así pues, las causas del desencuentro con Ciutadans han de buscarse en dos aspectos: uno estratégico y otro de credibilidad: El primero tiene que ver con la necesidad de no reforzar a un partido que entró en crisis al principio de verano (en su último congreso); una coalición reforzaría a Rivera y haría inviable la fusión por absorción que es lo necesario para evitar lo que se denuncia. Sería terrible alentar situaciones tipo PSOE-PSC o PP-UPN o IU-ICV. El problema de la credibilidad viene por el equipo dirigente de Ciutadans con Albert Rivera al frente, sus ambiciones personales y toda la lucha intestina que han generado para controlar Ciutadans con descalificaciones personales constantes y caza de brujas incluida que dan miedo a cualquiera que los conozca mínimamente.
El error de la dirección de UPyD es creer que los “ocupasillones” se quedaron todos en Ciutadans. Responsables de todo el marrón durante los dos años de vida de Ciutadans (primero como asociación y luego como partido) escalan ya puestos en UPyD y otros recién llegados se apuntan al estilo. Filtrar a estos “fieles colaboradores” es difícil en un sistema como el de UPyD donde la confianza personal es la clave hoy por hoy. Los afectos traicionan y obnibulan la mente, como es tradicional, en el hoy ideólogo de Ciutadans; en UPyD no parecen estar libres del peligro.
Rosa, Fernando, Carlos contad conmigo (y con muchos) para construir el partido (UPyD) que necesita la sociedad española para regenerarse democráticamente y para romper el bipartidismo imperfecto y dependiente del nacionalismo, pero sabed que no estoy aquí para bailarle el agua al ego de nadie. Ante los cantos de las sirenas Ulises prefirió amarrarse al mástil de su barco. El mástil de este barco ha de ser la ética.
Saludos,
Vicente Serrano (29.10.2007)
Secretario de ACP
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