Cataluña en el eclipse

Uno tiene «amics, coneguts i saludats» de otras latitudes peninsulares que le intentan consolar por el annus horribilis de Cataluña. Y uno piensa para sus adentros, evitando lanzarse más piedras a su propio tejado y que le acusen de derrotista: «Más que de un año deberíamos hablar de varias décadas». Es el eclipse del deber y el otoño de los patriarcas, admirablemente plasmados en «La gran rutina» de Valentí Puig, novela ejemplar de un escritor en lengua catalana que no fue invitado a Fráncfort.

El otoño catalán -o el eclipse del deber- son los jóvenes que entierran la Constitución en la plaza Sant Jaume; les importa un comino cuánto costó ganar esas libertades y su conocimiento histórico es digno de los resultados escolares que el informe PISA nos atribuye. Entierran la Carta Magna, pero la hubieran podido quemar con antorchas necrológicas y banderas estrelladas; a medio camino entre Dencàs y Millán Astray.

El otoño catalán -o el eclipse del deber- es un actor con serie televisiva bajo mínimos de audiencia y título definitorio -«Porca mis_ria»- equiparando al ejército español -por cierto, constitucional- con un atajo de colombianos o ecuatorianos que le vendrían a detener con tanques prestados por Alemania cuando él, Bolívar redivivo, proclame la independencia.

El eclipse del deber, del deber de información plural. En este asunto, la Cataluña de TV3 es soberanista y de Esquerra. El PSC ha tardado en colegir que quien lleva las riendas de la Cultura y los medios de comunicación públicos es Carod. Tarde, muy tarde, reaccionó el diputado Ferran cuando habló de «arrencar la crosta nacionalista» de la CCRTV. Y lo hizo porque se acercan elecciones.

El eclipse del deber es Jordi Pujol encabezando una manifestación que se aprovecha de la precariedad de las infraestructuras y el enojo ciudadano para postular el mantra del independentismo: el mal es Madrit y todo lo que viene de España funciona mal. El otoño del patriarca: Pujol lanzando exabruptos, mano a mano con el xenófobo Barrera… ¿Dónde está el hombre de estado?

El otoño catalán -o el eclipse del deber-, es la consejera de Sanidad Marina Geli; tras el contagio por hepatitis C en la Unidad de Hemodiálisis del Hospital Vall d´Hebrón declara que hubo un error, pero que nunca lo sabremos. Un error, tan misterioso o trivial como el que produjo el apagón en la entidad sanitaria hace poco. Mientras los jóvenes bárbaros entierran la Constitución, o la ultraderecha y el independentismo -la pinza republicana, en los extremos- atacan a la Corona, Cataluña sigue deteriorándose. La realidad de las cosas, eclipsada por la quimera: Laporta, presidente de la república independiente del Barça en 2014. Y para acabar, el penúltimo eclipse: seguro que alguien compara Cataluña con Kosovo.

Sergi Doria. SPECTATOR IN BARCINO
ABC.es; martes, 11 de diciembre de 2007

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