Seymour Hersh, Premio Pulitzer por informar sobre My Lai (Vietnam) y Abu Graib (Iraq).
Tengo la tira de años y siempre periodista… ¡Dios! Si hubiera servido, me habría dedicado al golf. Nací en Chicago, allí decimos la verdad; en Washington mienten hasta los muertos. Soy demócrata, pero amo más la verdad. Recibo el premio Vázquez Montalbán de Periodismo.
Lluís Amiguet
Critican que usted cita demasiadas "fuentes del Gobierno"… Siempre anónimas.
¡Ah! Mire mis notas…
¿Cómo demonios se aclara usted, Seymour?
Me aclaro. Cuando entrevisto a alguien interesante, se acumulan los apuntes.
¿Qué cuentan? ¿Invadirá EE. UU. Irán?
Existió el peligro y el plan. Ahora mismo, Cheney, que es quien decide, está presionado por Barak, el ministro de Defensa israelí, un tipo listísimo, para que bombardee Irán antes de las elecciones.
¿Por qué tantas prisas?
Porque Israel y el lobby judío americano tienen pánico a Obama, que puede ganar.
Pero… ¿por qué?
¡Porque no pueden comprar a Obama!
¿Pero por qué no pueden comprarlo?
Porque Obama obtiene sus fondos de miles de pequeñas donaciones de internet. Eso es una revolución y le concede una enorme libertad, que los Clinton no tienen.
¿Por qué?
Hillary recibe su dinero sobre todo del lobby judío americano, por eso es tan dura y proisraelí en Oriente Medio, pero a Obama no lo pueden comprar porque no los necesita, y eso pone muy nerviosos a Barak, a sus halcones y además a todo el lobby judío.
Todo candidato tiene servidumbres.
El problema de fondo es que los judíos del exterior, sobre todo en EE. UU., son más duros, agresivos y monolíticos que los israelíes que sí viven en Israel. Allí, muchos israelíes albergan críticas muy razonables contra el ciego e inútil militarismo de Tel Aviv.
Usted explicó cómo Washington le consiguió las bombas nucleares a Israel.
Israel tiene el mismo problema de asimetría militar que nosotros en Afganistán…
¿Cuál?
Tel Aviv tiene 400 bombas nucleares… ¿Y qué? ¿Qué va a hacer? ¿Tirárselas a los palestinos que les lanzan piedras? El otro día hablaba con un general amigo que regresaba de una base militar secreta en Afganistán.
Cuente, cuente…
Su arma secreta: ¡ovejas! Muchas ovejas.
¿En una base secreta? ¿Para despistar?
Para pagar a los campesinos por la información y favores varios. Ahí tiene otro caso de asimetría: hemos ofrecido 25 millones de dólares por Bin Laden… Igual con unas ovejitas hubiera sido suficiente.
Un rebaño entero… En mi pueblo hay.
Cualquier cosa menos ofrecer 25 millones de dólares a pastores de las montañas que saben que serían fusilados sólo por tenerlo.
Usted es judío: ¿no le insultan por revelar los planes neocon y los de Israel?
Me han insultado y llamado "kappo". Mire, yo no soy pacifista: el 11-S estaba convencido con todos los norteamericanos de que había que detener a los asesinos y juzgarlos.
Y yo también.
Pero mi presidente declaró una guerra al terror en vez de encontrar a los asesinos, traerlos y juzgarlos. Tenían que haber tomado nota de España, que sí supo hacer eso después del 11-M. Detener criminales. Eso es. ¿La policía española es eficaz?
Entonces lo fue, sin duda.
¡Ese es el camino! Detener y juzgar a los criminales y no volver a las cruzadas…
¿La larga pelea, cada vez más sucia, Hillary-Obama debilita a los demócratas?
Al contrario, Hillary le está haciendo un enorme favor a Obama: le está endureciendo. Le da la experiencia y la mala uva que le falta. Será un gran ganador.
Muchos ven a McCain más seguro.
McCain es un formidable competidor. Tiene una mala leche también formidable y encanto personal, aunque sea viejo, pero seguirá la doctrina neocon en Oriente Medio.
¿Por quién se apostaría una cena?
Los republicanos saben hacer una campaña… Y lo vamos a ver. Pronto concentrarán todo su fuego en un único punto: Obama es negro, pero ese no es el problema, su problema es que es musulmán.
Eso no está claro y él lo desmiente.
Es un flanco débil que puede acabar con él: un musulmán significa un enemigo de los cristianos y de los judíos al mismo tiempo. La mera sospecha puede liquidarlo.
¿Quién le cuenta todas esas cosas?
Yo no hablo con el presidente, ni con Condoleezza ni con Cheney… No se me ponen.
Le mentirían, de todas formas.
Por eso me relaciono con cargos de segundo nivel que creen que deberían tener más poder del que tienen. En esta Administración, el poder lo tienen muy pocos, aunque haya muchos cargos.
¿Y qué sacan al largarle cosas como las torturas de Abu Graib o, en su día, la construcción de la bomba nuclear por Israel o los planes para la invasión de Irán?
Hay tres tipos de razones y hay tipos para cada una. Primera, ego: sentirse importantes. Es bonito tener el poder de que publiquen lo que dices, gratificación psicológica.
Muy humano.
Y si encima eres cargo pero no te dejan decidir nada, pues entonces largas. Hay quien me dice cosas para putear a alguien.
Más humano todavía.
Y también están, en fin, quienes creen sinceramente que el presidente Bush es el peor que hemos tenido y es un peligro para EE. UU. y para el planeta. Y explican por qué.
Nunca los cita.
Si los nombrara, los echarían. Siempre digo los nombres a mi editor en The New Yorker y todos callamos.
LAS PELOTAS DE HERSH
Tengo ante mí a Seymour Hersh, leyenda viva del periodismo de investigación: destapó la matanza de My Lai, la bomba atómica israelí, la cara oscura de los Kennedy y la mafia, las turbias andanzas de Kissinger y otras informaciones cruciales que han cambiado la historia, como las torturas en la prisión militar norteamericana de Abu Graib en Iraq… ¡Y este pedazo de Pulitzer sólo quiere hablar de fútbol! Entrena a un equipo infantil en Washington y está emperrado en que le cuente cosas del Barça. Pierdo media hora con las pelotitas y esto que leen aquí al lado es lo que le saco con cuentagotas en 15 minutos. Al irse, me aconseja, como colega: "Cuente su noticia, no su vida…". Simpático…
La Vanguardia-La Contra (14.03.2008)