José-María Brunet – Madrid.- El Tribunal Constitucional (TC) dio ayer un rotundo varapalo al PNV, al rechazar su pretensión de actuar como parte en el proceso para defender el referéndum que quiere convocar el lehendakari Ibarretxe. El TC estima que el PNV y las demás fuerzas que apoyan la iniciativa de Ibarretxe – EA, Ezker Batua y Aralar- pretenden de hecho alterar toda la construcción constitucional sobre el sistema de representación política, atribuyéndose funciones que sólo corresponden a las instituciones.
De un modo más suave, el TC viene así a acusar al PNV de actuar con "voluntad extrasistema", en expresión usada por el grupo parlamentario del PP, en sus alegaciones contra la pretensión de los citados partidos nacionalistas de intervenir directamente en el pleito.
Toda la construcción jurídica de las resoluciones pone de manifiesto que en el tribunal existe ya incluso cierto hartazgo ante la contumacia con la que las iniciativas de Ibarretxe vienen poniendo a prueba el marco constitucional. La contundencia de la respuesta del TC permite deducir que la sentencia sobre la consulta será muy dura para rechazar la ley aprobada a tal efecto por el Parlamento de Vitoria.
De hecho, el TC afirma que el deseo del PNV de intervenir como partido en el pleito carece de fundamentación jurídica alguna, y cita en este sentido los argumentos utilizados en el recurso por el PP en el sentido de que dicha pretensión es "una manifestación más" de la mencionada "voluntad extrasistema" atribuida a la propia ley de convocatoria del referéndum, suspendida tras la impugnación presentada por el Gobierno.
Los autos dictados por el TC subrayan que los partidos no representan directamente a los ciudadanos, sino los diputados electos, y estos sí están presentes en el litigio sobre la consulta vasca por medio de las alegaciones del Ejecutivo vasco y del Parlamento de Vitoria, en defensa de la ley que aprobó.
El TC sale al paso del argumento de que se restringe la libertad política por no permitir la personación del PNV y los otros partidos nacionalistas afirmando que en todo el entorno jurídico de España se actúa con similares reglas del juego. Para el TC, en suma, carece de sentido que los partidos pretendan constituirse en "coadyuvantes" de las instituciones, que son las que ejercen la representación de los ciudadanos por los cauces legales previstos.
La Vanguardia (21.08.2008)