La inmersión equivocada

Antonio Gala en 1989.A la fuerza, ni Dios siquiera

Acabo de llegar de Venecia, donde presenté mi último libro. Si balbuceaba en italiano, me ayudaban por orgullo balbuceando en español: lo contrario de lo que desean los políticos en Cataluña.

El idioma es una característica de los grupos humanos: no la única ni la más importante. Cuando leo que una monitora de comedor dice que "si un niño pide pan, agua o pis en castellano hay que ignorarlo", o que un representante de alguien -¿se llama José Luis Rovira?- insta a los ciudadanos "a responder en catalán a quienes les pregunten en castellano", me estremezco. El propio presidente de la Generalitat lo mejor que tiene es que está aprendiendo catalán, con éxito o sin él. Cualquier inmersión, sin roce, no sirve ni para lavarse. A la fuerza, ni Dios siquiera.

Antonio Gala

El Mundo-La Tronera (13.09.2008)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *