La Conselleria d´Educació ha evaluado esta semana a 60.000 alumnos. Me ha sorprendido el nivel tan bajo de exigencia de la prueba de castellano. Mientras en la prueba de catalán el texto principal era un escrito de 230 palabras dotado de cierta complejidad, el de castellano era de apenas 100 palabras, una simple carátula de una película de Harry Potter, mucho más sencillo y las preguntas tan obvias que rozaban el ridículo.
Tanto en selectividad como en evaluación de competencias, siempre la Generalitat suele poner pruebas de castellano extremadamente fáciles. Supongo que para que las notas salgan altas y poder tapar deficiencias en la enseñanza de castellano en las escuelas.
José Aparicio
La Vanguardia-Cartas de los lectores (11.05.2009)