Yo creo que Francesc de Carreras, respecto a lo que ha ocurrido con Ciutadans y a la actitud de Albert Rivera, puede sentir ahora lo mismo que se siente cuando la novia te planta de un día para otro. Te has mojado por ella, has hecho una apuesta por ella en un momento difícil y sin ningún aval con el que contar, y de golpe y porrazo se va, se le cruzan los cables -o eso parece- y se junta con el pijo que lleva el descapotable. Después de haberse aprovechado de ella, el pijo se larga y la deja tirada en una cuneta. ¿Qué actitud hay que tomar cuando te pasa una cosa así? Pues no perder la elegancia y el savoir faire, y mantener la cabeza fría. Francesc de Carreras sigue siendo un referente del movimiento no-nacionalista en Cataluña, y puede que antes de lo esperado tengamos que volver a pedirle que lidere algo nuevo habiendo aprendido de los errores recientes.
