¡Qué ganas de marear la perdiz para no reconocer que el PSC es un partido nacionalista contrario al ideario socialista que se le atribuye! No es un problema de aceptar las opiniones o no. Lo que realmente nos tendría que preocupar es si verdaderamente aceptamos la política que practica el PSC desde su fundación. De ser así, significa que también nosotros somos nacionalistas. No caben las medias tintas en esto. Como dice Clint Eastwood en El Jinete Pálido, no puede servirse a Dios y al diablo a la vez. Joan Barril y muchos otros tendrían que reflexionar al respecto.