Cada muerte provocada es un paso consentido hacia la autodestrucción. España se muere. Una muerte a plazos que se alimenta en la desidia e inoperancia de sus dirigentes y en la postración de todo un pueblo. España muere porque lo hace con cada uno de sus hijos que cae víctima de la violencia de los intransigentes e inadaptados. Hay una espiral de muerte en España porque se nos ha olvidado qué es España y ésta, ya no es España.
Cada pueblo o nación, cada país o civilización crece y se hace grande con la nobleza de alma de sus miembros, los que se entregan a la noble tarea de lograr el bien común, mediante el trabajo y el esfuerzo diario, superando las discrepancias desde el entendimiento y por amor. Son los hijos de la patria y el orgullo de las nuevas generaciones.
Las civilizaciones no pactan; nacen, se desarrollan o mueren. Pero nunca son fruto de pactos de codicia. Cada pueblo o nación, cada país o civilización se autodestruye y va muriendo cuando se hace cómplice del infortunio que conlleva el odio y la venganza, por mucho que se revista de grandes intenciones: el derecho de los olvidados o la recuperación de una determinada, siempre parcial, memoria histórica. Incluso de guerra santa. Nada tiene de santa una guerra de ambiciones.
España se está muriendo y no es por esta crisis económica que, si no se resuelve, se debe a que es mucho más profunda que la mera financiación; porque nuestros dirigentes no saben ni desean hacerlo, ellos sólo entienden de la confrontación y del camuflaje.
No olvidemos que los sistemas totalitarios precisan del dolor y la desesperación de un pueblo para triunfar, que las dictaduras se instalan donde se supone que ya no hay ninguna salida y la auténtica libertad se ha extraviado. Así, mientras nos esclaviza una propaganda sistemática, sin ningún tipo de réplica u oposición, España se muere.
Se muere porque desconoce o ha olvidado su razón de ser, sus valores y sus creencias. España se muere. Una muerte originada por una crisis de identidad, la peor de las enfermedades para un pueblo o nación, país o civilización. ¿Dónde están los españoles…?
Javier Peña Vázquez – Málaga
La Vanguardia-Cartas de los lectores (31.07.2009)
