Joan ha citado alguna vez la frase que escribió Gregorio Morán en un artículo de título «¿Nosotros con quiénes estamos?», publicado en La Vanguardia, el 4 de Abril de este año. Reproduzco parte del mismo: «SABATINAS INTEMPESTIVAS El titular correcto hubiera sido “Nosotros, ¿con quién estamos?, o mírenos a los ojos, señor Moltó”, pero en verdad que resulta un poco largo y hasta confuso. Vayamos por partes. Desde que empezó esto que dan en llamar crisis, a secas, para la que cada cual tiene su adjetivo preferido, a nosotros, a los que escribimos en los diarios, periodistas por tanto, parece como si nos hubieran ungido con el dedo del espíritu santo financiero, que lo hay, y este hubiera depositado en nosotros todas sus esperanzas. En verdad que todos estamos acojonados, pero los periodistas alcanzamos un grado tan superlativo de acojone, que por eso hacemos creer todo lo contrario. Nunca ha sido tan grande la distancia entre lo que pensamos y lo que escribimos; incluso diría más, nunca ha sido tan evidente la diferencia entre lo que sabemos y lo que contamos. Y por eso la pregunta de “¿nosotros, con quién estamos?” no es más que una formulación retórica. Nosotros estamos con quienes nos pagan, y quienes nos pagan están en crisis, por tanto nuestro deber de empleados es el de disimular la crisis local y magnificar la crisis externa. Formamos parte del voluntariado del estímulo y la discreción. De algún modo, y casi sin darnos cuenta, nos han colocado a todos en las oficinas de Relaciones Públicas Industriales y Financieras, una entidad con ánimo de lucro y muy sensible últimamente a las debacles de la especulación y del mercado, ay, tan semejantes. Cada mañana nos recitan la jaculatoria del Gran Hermano que nos dice “Bajo esos hombros recios, muchacho, tienes dos manos que escriben para sostener nuestro mundo, no lo olvides”. Y aquí nos tienen haciendo malabares con las palabras y las cifras, auténticos profesionales de la prestidigitación.»