[En Catalulña] se unta a medios de comunicación, organizaciones sociales, entidades de todo tipo para conseguir no el voto, o únicamente el voto, sino la voluntad de sus miembros, la lealtad a sus principios, la anulación de la individualidad ideológica para adherirse al espíritu nacional y convertirlos en soldados de la identidad única y verdadera. En el sur podrá haber caciquismo, pero en el norte voluntad de secta. El caciquismo dura tanto como dure el cacique. No más. La secta te convierte en rebaño, y cuando eso ocurre, la tolerancia y la libertad caen bajo sospecha. Ganan los sacerdotes y pierden las sociedades abiertas.
Antonio Robles (1954); político, periodista y profesor de Filosofía