
El impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) es de carácter directo, personal, progresivo, periódico y analítico. En un país preocupado por la suerte de sus ciudadanos, el responsable de Economía habría salido ya para dar los detalles y las razones de porqué Catalunya tiene el triste privilegio de encontrarse en lo más alto de la calificación de presión fiscal sobre las rentas del trabajo de las personas.
Estamos a pocos días de la campaña electoral y sería pertinente que este y otros temas que afectan a las personas fueran más ampliamente debatidos. El 29% de los catalanes se encuentran en el espacio calificado como pobres y excluidos. En los últimos cinco años esta cifra ha aumentado en medio millón. Sería interesante buscar las razones por las que centenares de jóvenes con títulos superiores emprenden el camino del exilio en busca de trabajos que aquí no encuentran.
No parece que estas cuestiones sean importantes en la campaña electoral que se va a centrar básicamente en la línea del camino hacia la libertad, son palabras de Oriol Pujol Ferrusola, y no en la forma para garantizar el bienestar de las personas. La izquierda anda preocupada también por las cuestiones identitarias y está viendo cómo una causa que era suya se la están arrebatando silenciosa y abnegadamente instituciones como Cáritas o la Cruz Roja.
Se habla más de la causa de la nación que de la causa de las personas. Se nos dice que cuando Catalunya tenga Estado propio o independiente desaparecerán las desigualdades y los abusos que son fruto del expolio al que nos somete España.
La paradoja que consiste en querer movilizar las masas democráticas únicamente en favor de la causa de la nación, excluyendo la causa de la libertad y de las personas, explica todas las contradicciones y todas las monstruosidades del siglo XX.
La Vanguardia (23.10.2012)