Recordemos que, tras la modificación que se hizo de los Estatutos de ACP, uno de sus fines -recogido en el apartado 4 del artículo 2- es: «Denunciar las prácticas consistentes en la utilización de las funciones y medios de las organizaciones públicas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores, es decir, cualquier clase de corrupción en todos sus grados y niveles; defendiendo los intereses públicos generales». ACP siempre se ha caracterizado por servir de altavoz en la lucha contra la corrupción y, ahora, además la perseguirá activamente.