El problema de la justicia es tremendo en Cataluña. Contra los desmanes del poder público local y autonómico se deberían levantar los juzgados de lo contencioso y, en segunda instancia, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Lamentablemente, salvo excepciones muy dignas de mención, no suele ser así… Y el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional quedan muy lejos, en tiempo y en gastos, para alcanzar JUSTICIA.