El PSC debe recuperar a su electorado tradicional mostrando que está de acuerdo con el PSOE
Pero quien no se contenta es porque no quiere. «Hemos sacado más escaños de los que nos otorgaban los sondeos», decían los dirigentes socialistas catalanes tras conocerse los resultados. Ciertamente así ha sido. Los sondeos les daban 17-18 escaños y han llegado a los 20. Triste consuelo. «Ha sido un resultado digno», declaraba desde el PSOE su secretario de organización, Óscar López.
En cuanto los socialistas catalanes empezaron a ufanarse de que el PSC era muy distinto al PSOE -lo cual es jurídicamente cierto- muchos, muchísimos, votantes han desviado su voto a otros partidos o directamente se han abstenido, entre otras cosas porque esos antiguos votantes, o no saben dónde está el PSC, o consideran que no está donde debiera.
En la noche del domingo, en los pasillos de Nicaragua parece que se hablaba de refundación, una palabra casi vacía, pero que en todo caso significa cambio. Pero, ¿hacia dónde? En los últimos meses, el PSC ha ido hacia ninguna parte, es decir, hacia la confusión, intentando contentar a todas sus tendencias internas. Quizás ahora se decida a tomar una dirección clara, aunque algunas de esas tendencias rompan con el partido.
Para ello supongo que tendrán en cuenta los resultados electorales de anteayer. Pésimo resultado en Lleida y en Girona, donde han intentado satisfacer a los sectores catalanistas. Mal resultado, pero no pésimo, en la zona metropolitana de Barcelona. Quizás esto les indique algo. El PSC debe recuperar su electorado tradicional, si aún está a tiempo. Para ello debe mostrar que está de acuerdo con el PSOE, no jugar a ser un partido distinto.