A Mas no le importa llevarse por delante nada a costa de su delirio secesionista. El y sus amiguetes, de baja estofa, han hecho un cálculo: en el peor de los casos, no podremos seguir adelante con nuestro proyecto que nos lleva al desastre a todos por culpa de Madrid… Siempre el enemigo exterior sirve para tapar a la mafia interior.