Entrevista al secretario general del PCE
Por otra lado, esta Fiesta está marcada por los tiempos excepcionales. Vivimos en un estado de excepción, con una crisis económica que produce más de seis millones de parados, con una crisis social que expulsa de sus casas a las familias y crea pobreza, con una crisis política donde el gobierno se ve implicado en escándalos de corrupción, en una crisis democrática porque amplias capas de la población no se ven representadas en este sistema político, en definitiva en una crisis de civilización por la refundación que está realizando el capitalismo con la excusa de la crisis.
Por eso, el primer objetivo del sistema es que todo esto parezca normal, que se asuma que las cosas han cambiado y que no queda otra que la conformidad, pero no nos equivoquemos, hoy conformidad es sinónimo de sumisión.
Por todo ello, en el discurso de esta Fiesta, tiene que quedar claro que ante tanta excepcionalidad no cabe la pasividad, no cabe la normalidad, no cabe la sumisión, vamos a realizar un discurso claro y contundente, un discurso para acercar la realidad a la gente, que desenmascare a los verdugos que hacen sufrir al pueblo, a la mayoría social, para que se rebele contra quienes quieren conseguir someter a millones de personas en España y en todo el mundo, para organizar la rebeldía frente a una dictadura silenciosa que mediante la pérdida de soberanía de los pueblos pone la economía y la vida de las personas al servicio de una élite que toma las decisiones en oscuros despachos de Bruselas o de Nueva York y que luego aplican gobiernos sumisos y parlamentos amordazados.
Esperamos conseguir una Fiesta que sea, un año más, la mayor actividad política que se celebra en todo el Estado en época no electoral, que siga siendo la plasmación de la apuesta del Partido Comunista de España por avanzar en la unidad política y social de la izquierda en torno a una salida social, anticapitalista, democrática de la crisis, una Fiesta que gracias al trabajo de la Comisión de Cultura, cada año trata de recuperar la cultura como arma de rebelión frente al pensamiento único que intenta imponer el capital y, cómo no, espero que sea una fiesta divertida, alegre, llena de camaradería, que nos cargue de energía e ilusión para los próximos meses que van a ser de tremendas luchas sociales, políticas y electorales.
XIX congreso PCE
M.O.: ¿Cómo afronta el PCE, en el contexto en que vivimos, su XIX Congreso que se celebrará del 15 al 17 de noviembre?
Al mismo tiempo, también hemos avanzado modestamente en organización y afiliación, pero queda mucho por hacer, hace falta un congreso, tal y como lo hemos planteado desde el Comité Federal, por una parte volcado en elaborar argumentos para que la mayoría social trabajadora, con la clase obrera a la cabeza, sea capaz de ganar la batalla al Capital, y por otra parte debemos plantearnos cómo nos organizamos para hacer más efectiva nuestra acción en los centros de trabajo, en el mundo de la cultura, en las universidades. Debemos avanzar en conseguir un PCE activo, organizado e implicado en el conflicto social.
Para ello, debemos ser capaces de interpretar la realidad que nos rodea, de comenzar por un buen análisis marxista del desarrollo de la lucha de clases, de las correlaciones de fuerzas en este momento concreto del siglo XXI y en esta formación social española. Y, en función de este análisis, plantear cómo dar la batalla al capital, con qué alianzas, con qué programa, cómo debe ser el proceso de construcción del socialismo y el comunismo, es decir, qué estrategia y qué táctica y, por tanto, discutir también sobre el modelo de Partido que es necesario en estos momentos, sobre cuáles deben ser sus señas de identidad.
M.O.: ¿Cuáles van a ser los ejes principales de este Congreso?
Una propuesta que sirva para preparar al PCE en la tarea de impulsar una movilización masiva, unitaria y sostenida en el tiempo, contra los planes de ajuste y la reforma laboral en torno a una alternativa social, democrática y anticapitalista a la crisis, y que tendría tres fases.
A corto plazo, la acumulación progresiva de fuerzas a partir de las luchas contra los programas de ajuste y los recortes sociales por medio de una salida social a la crisis que resuelva las demandas más acuciantes de la clase trabajadora. A medio plazo, consolidar un proceso de transformaciones políticas y económicas dirigidas a la construcción de una democracia económica, política y social, en torno a un proceso constituyente hacia la Tercera República y por una salida social a la crisis. Y a largo plazo el logro del socialismo y el comunismo con la superación del Estado capitalista.
El PCE asume como eje de su actividad organizar la rebeldía frente a los programas de ajuste y la reforma laboral, bajo la perspectiva de que la lucha contra los ajustes es una lucha democrática donde las reivindicaciones económicas a corto plazo se consolidan plenamente con el incremento del poder político de la clase trabajadora y los sectores populares. Elementos que se concretan en el desarrollo de nuestra Alternativa Social, Democrática y Anticapitalista a la crisis.
Para ello, desde el Partido, hemos elaborado una propuesta que intenta unir nuestras exigencias encaminadas a mejorar la condición de la clase obrera dentro del sistema actual sin desligarlas del tema central de la transformación social en un sentido socialista. Alternativa que permita generar las bases materiales para crear un bloque social alternativo constituido en torno a la unidad de la clase trabajadora a través de una nueva alianza de las fuerzas del trabajo y la cultura.
Pero al mismo tiempo somos conscientes de que, para poner en marcha esta alternativa, este Congreso debe servir también para hablar del papel del Partido, del tipo de partido que necesitamos en estos momentos de la lucha de clases y hacerlo sin dogmatismos ni derrotismos, porque sin organización, sin Partido, no hay posibilidad de lucha.
M.O.: ¿Cuál debe de ser a su juicio el papel del PCE en la actual coyuntura política?
España no va bien
M.O.: El curso político comienza con la previsible imputación del PP y quizá de Dolores de Cospedal por un delito de destrucción de pruebas en el caso de financiación ilícita de su partido a raíz de la Querella Bárcenas y con la oposición del PP a la propuesta de IU de la creación de una comisión de investigación sobre la financiación de los partidos políticos. ¿Mientras siga gobernando el PP hay posibilidad de una regeneración política o va a aumentar más la separación entre los ciudadanos y las instituciones?
M.O.: Con 4,7 millones de parados, más de 6, según la EPA y con 1,9 millones de desempleados sin recibir ningún ingreso, ¿hay motivos para celebrar que el número de parados ha bajado en 31 personas en el mes de agosto?
Por lo tanto, no hay nada que celebrar, solamente hay motivos para la rebelión, para la movilización frente a una realidad claramente negativa para millones de personas que no tienen trabajo ni perspectivas de conseguirlo a corto plazo.
M.O.: El Partido insiste en que la salida pasa por la construcción de un Bloque Social Alternativo. ¿Cómo está trabajando el Partido la Alternativa Social, Democrática y Anticapitalista a la crisis?
J.L.C.: En todos nuestros discursos tiene un lugar preferente la necesidad de la unidad, esa unidad de la clase obrera que nos enseñó Pepe Díaz y Dolores Ibárruri, una unidad que configure un Bloque Social.
Esta debe ser por tanto nuestra estrategia para los próximos años. Constitución de un bloque social alternativo en torno a las movilizaciones contra los recortes y las políticas neoliberales, un bloque en el que se integren todos los sectores afectados por la crisis, que defienda un programa antineoliberal para la salida de la crisis articulado sobre la Alternativa Social, anticapitalista y Democrática.
Para ello, debemos derribar tabiques, buscar puntos de encuentro, resaltar lo que nos une, minimizar lo que nos separa para coordinar esfuerzos y sobre todo sumar energías, de forma que nos planteemos, no sólo hacer frente a las agresiones del capital, sino sobre todo construir una Alternativa de futuro que dé sentido a las luchas que hoy desarrollan miles de personas en todo el Estado, una Alternativa con vocación de llegar a la mayoría social y con determinación de disputarle la hegemonía social y cultural al capital, como paso imprescindible para alcanzar el Poder político de una forma democrática.
M.O.: Desde el Partido e IU y desde la calle se denuncia y argumenta la deslegitimación del gobierno de Rajoy, pero ni eso ni la campaña de dimisión organizada por IU es suficiente para que convoque elecciones anticipadas. ¿Qué hace falta, a su criterio, para hacer caer el gobierno del PP?
J.L.C.: Un Gobierno con mayoría absoluta en el Parlamento solo puede caer por una gran presión social, o por un escándalo mayúsculo. Pero está demostrado que tanto el Presidente como el conjunto del Partido Popular tienen tragaderas para soportar escándalos de todo tipo. Tenemos un gobierno que ha perdido la legitimidad en el ejercicio del gobierno, pero que piensa atarse al poder, por lo que solamente una gran presión social puede hacer que el Partido Popular asuma la necesidad de dar la palabra al Pueblo y convocar elecciones anticipadas
El gobierno de Andalucía
M.O.: Otra forma distinta de gobierno es el que se ejerce en Andalucía. ¿Cómo valora la gestión del gobierno andaluz de estos últimos 18 meses y su futuro próximo con Susana Díaz?
J.L.C.: Sin dejar de reconocer que existen contradicciones y deficiencias en el Gobierno de Andalucía, tengo que reconocer el trabajo de los compañeros de IULV-CA para conseguir marcar una diferencia con el pasado, una diferencia con el gobierno central. La comisión de investigación sobre el escándalo de los EREs en el Parlamento de Andalucía es un ejemplo de parlamentarismo activo y contundente. La defensa de la vivienda como derecho social, el desarrollo de una ley de participación ciudadana, los programas de inclusión social, o la recuperación en Andalucía de las becas que el PP está eliminando en el conjunto del Estado son algunos ejemplos.
Es evidente que en Andalucía no se está aplicando el programa de IU, no tenemos ni los votos ni la fuerza para ello, pero sí es verdad que nadie duda en Andalucía de que nada sería igual sin la presencia de IULV-CA en el Gobierno de la Junta.
Sobre el futuro, lo importante no está en las personas, sino fundamentalmente en el desarrollo de un programa de gobierno que contempla propuestas tan ambiciosas como el banco de tierras, sector financiero público, reforma electoral, etc, que pueden marcar claramente las diferencias. Van a ser tiempos difíciles porque son muchos los que están intentando que fracase el gobierno de Andalucía y poder conseguir un Gobierno PSOE-PP, en el marco de un gran Pacto de Estado.
Siria, América Latina y Europa
M.O.: Se ultima el ataque final a Siria, aunque les está costando más de lo que pensaban. ¿Cuál es su análisis de la situación?
J.L.C.: No podemos saber cuál será la situación cuando se publique esta entrevista, porque la realidad es cambiante y lo que el Presidente de los Estados Unidos creía que sería una cuestión rápida y contundente se estancó por la poca credibilidad de sus argumentos y la contestación de la opinión pública en muchos países europeos.
En todo caso, la decisión de atacar Siria está tomada, y será cuestión de tiempo cuándo y cómo se lleve a cabo. Está tomada por la necesidad del imperialismo de seguir su plan de desestabilizar los países fronterizos con Israel, su determinación de apoderarse de los recursos naturales del planeta, y para ello no se detiene ante nada, no le importa provocar dolor y muertes.
En este momento, sin argumentos sólidos, sin respaldo de entidades tan poco sospechosas de radicalidad como la ONU o el Vaticano, la decisión de atacar Siria supone una vez más la evidencia de que el Imperialismo en todas sus facetas está llevando al Planeta al borde de su propia destrucción como hace tiempo denunció Fidel Castro.
Denunciamos la hipocresía de quienes acusan de crímenes al Gobierno de Siria y miran hacia otro lado ante las evidencias de la barbaridades cometidas por el llamado ejército rebelde; la doble vara de medir de quienes dicen hacer la guerra en Afganistán o Iraq frente a Al Qaeda y están poniendo poderosas armas en manos de los grupos de Al Qaeda en Siria.
En concreto, vamos a oponernos a cualquier tipo de ataque militar, a cualquier tipo de agresión militar sobre Siria, estamos convencidos de que la mayoría de la población española y europea no quiere la guerra, y vamos a denunciar el cinismo de que Obama conserve el Premio Nobel de La Paz cuando está llevando la muerte y el dolor a gente inocente.
M.O.: En América Latina la derecha contraataca contra la Venezuela de Maduro, la Cuba de Raúl, la Bolivia de Evo y el Ecuador de Correa, pero también contra Kirchner y otros ¿Cómo ve el futuro inmediato de la región?
J.L.C.: Los EE.UU. no puede perdonar que en lo que consideraban su patio trasero se estén rebelando los pueblos y estén tratando de desarrollar un proceso de articulación territorial justo y solidario, y que en algunos casos incluso estén planteando la construcción de un socialismo que ponga las riquezas naturales, hasta ahora en manos de las multinacionales, al servicio del desarrollo de los más desfavorecidos.
Para los EE.UU., no puede existir una América liberada del dominio de las multinacionales, liberada del dominio cultural económico del neoliberalismo. Por ello, no solamente atacan a los países que están desarrollando un proceso hacia el socialismo, sino que tratan de destruir el proyecto de integración que empezó con el ALBA y que ahora alcanza a casi todo el continente por encima del signo político del gobierno.
Por todo ello, los EE.UU. están desarrollando planes para desestabilizar los distintos gobiernos de la región, con especial contundencia en Venezuela, donde no admiten la victoria electoral del Presidente Maduro, intentarán atacar a Evo, y al resto de Gobiernos. La izquierda europea tiene que ser más activa en la defensa del derecho de los pueblos de la América Latina, y del resto del planeta, a decidir su futuro
M.O.: Más cerca, en Europa, dentro de poco más de medio año tendremos elecciones europeas. ¿Qué pueden representar estas elecciones para un cambio en la correlación de fuerzas, y por tanto el cambio en la política marcada desde Bruselas?
J.L.C.: Deben significar el avance de una alternativa que impidan el desarrollo de las políticas impuestas por la Troika, además de cuestionar el actual proyecto de la UE y defender un modelo alternativo de integración regional sobre la base del interés general, con un modelo de producción sostenible, participado, con financiación pública, que garantice la creación de empleo de calidad, la defensa de salarios dignos, la reducción de la jornada laboral, la cohesión social y territorial, con servicios públicos gratuitos y universales.
Porque cualquier propuesta de futuro para la Unión Europea tiene una dificultad doble: una económica, derivada de la magnitud de la deuda y de las fuertes debilidades productivas de países que, como España, han sido sometidos a un fuerte proceso de desindustrialización y que sufren un importante déficit tecnológico; y una dificultad política, como consecuencia de la negativa de los bloques dominantes hegemonizados por el capital financiero, opuestos frontalmente a cualquier modificación del diseño económico y político del proyecto europeo.
Una salida, por tanto, que parte de la necesidad de una aplastante victoria de la izquierda en toda la UE, que acabe con el actual modelo de la Europa del Euro, para desarrollar una integración territorial horizontal y solidaria, tal y como estamos viendo en América Latina.
Desvelos y deseos
M.O.: ¿Qué es lo más le quita el sueño al Secretario General del PCE y portavoz de Izquierda Plural en el Congreso?
J.L.C.: Me quita el sueño, y no en sentido figurado, la cantidad de personas que están desesperadas por la falta de trabajo, por la pérdida de vivienda, por no tener medios para afrontar las necesidades básicas. Me quita el sueño la impotencia para dar una respuesta eficaz a quienes pierden todo, mientras quienes son responsables de esta crisis, siguen acumulando ganancias a costa del sufrimiento de la mayoría.
Me quita el sueño la crueldad de una comunidad internacional que plantea las agresiones militares que han llevado el dolor y la muerte a Iraq, Afganistán, Libia, Siria, Palestina, y un largo etc… Hablan de derechos humanos, de democracia, de libertad cuando en realidad sólo buscan apoderarse del petróleo, de las riquezas naturales de todos estos territorios.
En un ámbito más general me preocupa que seamos capaces de terminar bien el trabajo que estamos realizando de conseguir la máxima unidad de la izquierda en un proyecto de futuro con aspiraciones de ganar la batalla al capital.
M.O.: ¿Y la mayor alegría política en estos últimos años?
J.L.C.: Han sido varias las alegrías que puedo recordar. Por una parte, destaco el haber contribuido a reflotar IU. Tiene para mí un valor especial porque, cuando muchos proclamaban que IU estaba en las últimas, que se iría por el desagüe en las elecciones del 2011, hemos conseguido que hoy, al margen de los datos de las encuestas que no nos deben deslumbrar, nadie pone en duda la existencia y la importancia de Izquierda Unida.
Al mismo tiempo, el homenaje a Julián Grimau, por lo que significa de reconocimiento de cierta injusticia cometida por el Partido, y el reencuentro con la familia de Miguel Hernández, han significado mucho para mi en estos años.
J.L.C.: Deseo y voy a trabajar por un Congreso en el que enterremos las matemáticas internas, en el que no nos midamos en mayorías y minorías, sino que podamos discutir sobre ideas, no para confrontar sino para buscar síntesis, que no sea un Congreso identitario. Nadie debe repartir credenciales de fidelidad al comunismo, sino que sea un Congreso centrado en la realidad, en los problemas de la clase trabajadora que sufre la mayor agresión de la historia, centrado en esa realidad que queremos transformar, para avanzar hacia el socialismo y el comunismo, un Congreso del que salga un Partido más fuerte, más unido, más activo y más implicado en el conflicto social, en definitiva un Partido con más capacidad de lucha y de propuesta.