La Junta Directiva de la asociación Alternativa Ciudadana Progresista (ACP), en fecha 30 de septiembre de 2013, decidió emitir el siguiente comunicado:
Comunicado ACP de 30 de septiembre de 2013. Las elecciones federales alemanas son de vital importancia para la clase trabajadora española dada la posición que ocupa la gran burguesía de aquel país en el orden político-económico mundial y su hegemonía en la Unión Europea (UE) y sus instituciones. Es por ello por lo que ACP, organización socialista de izquierdas, lamenta la victoria de la CDU, máxima representante de este poder hegemónico en la batalla electoral germana, y de su cabeza de lista, Angela Merkel.
Una buena noticia, sin embargo, es el hundimiento de los liberales y su caída en el extraparlamentarismo. El electorado alemán ha entendido que las diferencias entre el liberalismo y el conservadurismo son esencialmente formales y ha acabado castigando al partido más pequeño; una buena muestra de que no existe una tercera vía centrista y que ésta tiende a desplazarse, bien por una cuestión de similitudes programáticas o bien por las políticas de alianzas y pactos, hacia la reacción explícita.
Otro tanto les ha ocurrido al histórico SPD y a los verdes al no poder ver cumplidos los objetivos que se habían marcado; otra demostración de que las opciones catalogadas como centroizquierda también se han decantado claramente por los programas económicos y sociales neoliberales hasta el punto de perder la confianza de buena parte de los trabajadores y de las clases medias urbanas, su electorado tradicional.
Estamos convencidos de que el pacto entre los socialdemócratas y los democristianos, de producirse, no introducirá cambios sustantivos respecto de la línea de supeditación al capital monopolista que caracteriza al gobierno alemán. El SPD vuelve a traicionar por enésima vez a la clase obrera, a la que nació representando, cuando se cierra en banda ante un posible pacto nacional con la izquierda transformadora encarnada en el partido Die Linke; la naturaleza regresiva de la socialdemocracia actual vuelve a quedar patente por si todavía faltaban ejemplos.
Es precisamente en Die Linke donde se concentraban nuestras esperanzas y nos alegramos de que constituya la tercera fuerza política en el Bundestag. Las disputas internas han mermado las posibilidades de esta formación perteneciente al Partido de la Izquierda Europea, pero también pensamos que estas disensiones acabarán siendo fructíferas. La unidad de la izquierda anticapitalista alemana es también la fortaleza de un proyecto político contrahegemonista global que todavía está por cobrar forma y definirse en el continente.