ACP: «La imagen de CCOO y UGT con Muriel Casals es la foto de la vergüenza»

Entrevista-reportaje que nos hace » cronicaglobal.com » el 29 de abril de 2015, a las puertas del Día del Trabajo

Alternativa Ciudadana Progresista, una formación que se define como «de izquierda no nacionalista», prepara su presencia en la manifestación del Primero de Mayo, en la que defenderán su modelo social «centrado en las cuestiones sociales y económicas, y no en los debates identitarios». Critican la inmersión por ser «un modelo de imposición nacionalista que poco o nada tiene que ver con la pedagogía».

acto republicano 14 de abril

Si la izquierda catalana fuera una autopista de varios carriles, parecería que hay embotellamiento en los que estarían destinados a los nacionalistas, dado que al sector más o menos soberanista se apuntan Podemos, las CUP, Esquerra Republicana, Avancem, MES, Iniciativa y algunas ‘sensibilidades’ del PSC. Incluso Convergència Democràtica, dado que algunos de sus dirigentes la definen como socialdemócratas.

En cambio, parece que no hay ninguna opción nítida de izquierdas que se manifieste como ‘no nacionalista’, y ese trozo de asfalto estaría vacío.

Alternativa a la desigualdad

O eso parecía, porque desde hace unos meses se ha dado a conocer un proyecto largamente larvado: Alternativa Ciudadana Progresista (ACP), un colectivo que se define, en palabras de sus portavoces como «una asociación política de izquierdas». Pero van más allá y añaden «izquierda no nacionalista».

Y lo argumentan de esta manera: «Puede parecer reiterativo, porque ser ‘nacionalista’ y a la vez ‘de izquierdas’ es una contradicción en sus propios términos, pero buena parte de la izquierda incurre en ella. Nuestro trabajo político pretende colaborar en la consolidación de proyectos situados en el ámbito de la izquierda con el objetivo de configurar una alternativa a la creciente desigualdad».

El nacionalismo como rémora

Pero van más allá, y aseguran que buscan «promover y participar en las iniciativas que contribuyan al pleno desarrollo de la ciudadanía». Para argumentar su no adhesión al nacionalismo tienen claro que «en Cataluña, y en el resto de España, la izquierda que hoy tenemos es la que se forjó durante la larga noche del franquismo».

«En aquella época, la lucha contra el régimen obligó al movimiento obrero a tejer alianzas, un poco contra natura, con los sectores progresistas de la pequeña burguesía catalana y vasca, y ello lastró con objetivos nacionalistas y autodeterministas el programa de los partidos de izquierdas», añaden.

E insisten: «Hoy, sin embargo, el nacionalismo ya no tiene nada de progresista sino que es, él mismo, una parte fundamental del régimen. Pero la izquierda parece no haberse dado cuenta de ello y continúa anclada en un discurso nacionalista que no es el que la mayor parte de las clases trabajadoras demanda, y que debería centrarse en las cuestiones sociales y económicas, y no en los debates identitarios».

Representar a los no representados

ACP plantea un escenario nuevo en la política catalana, dado que hoy en día no existe en el panorama electoral autonómico una formación de estas características: «Esa izquierda no nacionalista que queremos ayudar a construir no tiene todavía una representación política acorde a lo que una gran parte de la sociedad demanda».

«No tenemos representantes en ningún parlamento y nuestra voz no se escucha prácticamente en los medios de comunicación, con lo que podríamos hablar perfectamente de un movimiento político que se mueve en la invisibilidad», subrayan.

Y añaden: «Pretendemos hacer visible a esa importante masa social que no se siente cómoda con los partidos políticos que se supone que se sitúan en la izquierda, pero que se asocian de forma incomprensible con las opciones separatistas, ni tampoco con los que, aun posicionándose claramente frente al nacionalismo, no desarrollan un programa de política social que haga frente a la dramática situación de miles de familias».

Próxima parada, 1º de mayo

Su proyecto más inmediato es participar en la manifestación del Primero de Mayo, al que acudirán con el lema ‘Ante el paro y la precariedad: unidad’, y hacen un llamamiento «a todas las personas de la izquierda no nacionalista a acudir con nosotros y a demostrar en la calle que no aceptamos que nos roben la cartera mientras agitan las banderas». El punto de encuentro será la salida del metro de Plaza Urquinaona, a las 11:00.

Ante la hipotética convocatoria anticipada de las elecciones autonómicas opinan que han sido «dispuestas muy a nuestro pesar» en clave de «confrontación de identidades», lo que les «obliga» a preparar actividades «que redunden en una concienciación ciudadana de que para las clases trabajadoras la división no es conveniente, que solo desde la unidad podemos enfrentarnos a las trágicas consecuencias sociales del neoliberalismo desbocado».

Los sindicatos, cómplices

Del rol jugado por los sindicatos en la consolidación del proyecto independentista dicen que «el papel de CCOO y UGT se explica rápido, con una sola foto, la que se hacen con la representante de la burguesía nacionalista Muriel Casals, de Òmnium Cultural, colaborando en difundir el marco mental secesionista, tan perjudicial a nuestro entender para la clase trabajadora. La foto de la vergüenza».

Defienden que dicho proyecto ha sido una cortina de humo: «En Cataluña hemos sido el laboratorio del austericidio y la privatización de servicios públicos, nos han recortado más que a nadie y antes que a nadie, pero solo en lo que al nacionalismo orgánico le interesa, pocos recortes hemos visto en subvenciones a entidades dedicadas al ‘agitprop’ continuo. Mientras, la ciudadanía sufre las terribles consecuencias de la creciente desigualdad».

La inmersión, una imposición

En ACP denuncian los excesos de la inmersión lingüística, que consideran «un modelo de imposición nacionalista que poco o nada tiene que ver con la pedagogía; solo hace falta observar cómo las élites llevan a sus hijos a escuelas muy alejadas de ese modelo excluyente».

«En una sociedad bilingüe es de justicia que la escuela sea bilingüe, y que la lengua materna ocupe el lugar que todos los organismos internacionales le otorgan, ya sea catalán o castellano como lenguas oficiales, o urdú u otras extranjeras si se dieran las ratios suficientes para ser implementadas», insisten.

Y señalan que «es el momento de pasar página y desligar la política de la enseñanza, creando un sistema en el que el foco de atención se centre en el bien de los alumnos y no en las filias o fobias de los gobernantes de turno».

Multiplícate

Uno de los últimos proyectos de ACP es la campaña ‘Multiplícate, unidos desde la izquierda’, mediante la cual han preparado mesas de debate abiertas «a personas de otros grupos que se mueven en coordenadas cada vez más cercanas a los intereses de la izquierda no nacionalista, como el PCE, Podemos Unidos, PSC, PST, PSUCviu, EUiA, Recortes Cero, Unificación Comunista de España y otros».

Su prioridad es la expansión por diferentes ciudades de la periferia barcelonesa, pero no descartan su presencia «en otras partes de España, como por ejemplo Madrid, donde nos presentamos el día 9 de junio en el Ateneo».

 

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