No era un momento para hablar de alternativas políticas. Y es que, mientras este jueves Toxo esbozaba las propuestas de CC.OO en el desayuno organizado por el Forum Europa, a pocos cientos de metros se consumaba la primera parte de la investidura de Rajoy como presidente del Gobierno.
No por ello ha ahorrado comentarios a la situación de la izquierda en nuestro país. Su “cada uno se suicida como quiere” en referencia al PSOE; o su alusión a Podemos: «el sorpasso no significa eso, nació en los setenta en Italia para mostrar la voluntad del PCI de superar a la derecha, representada en la Democracia Cristiana”, anticipaba su contundente sentencia: “ha habido mucha incompetencia en la izquierda”. Y de cara al futuro: “O la izquierda opera con un programa común, o no llegará al Gobierno en muchos años”
En otro momento ha sido incluso más preciso: “las fuerzas del cambio, no solo la izquierda, no han estado a la altura”. Con ello, adelantaba su actitud ante Ciudadanos con el que, ha afirmado, no solo se ha reunido sino que se seguirá reuniendo siempre que haya motivo. “Vamos a ser muy activos con el Parlamento”, avanzaba, queriendo resaltar las posibilidades de pacto que se desprenden de la nueva situación. “Era posible el cambio, pero entretenidos en otras cosas hemos cosechado un Gobierno continuista”. Ahora toca gestionar este tiempo.
«Tiempos de tribulación en los que hay que hacer mudanza»
Con ello, enlazaba con la posición de Nicolás Sartorius, que le había anticipado en el uso de la palabra y que había manifestado su “optimismo ante el nuevo Gobierno”. No hay mayoría absoluta y eso siempre es un espacio propicio de los sindicatos, había afirmado. Son tiempos, para “hacer cumplir la máxima ignaciana, pero al revés: tiempos de tribulación en los hay que hacer mudanza”.
Venimos de una legislatura sin diálogo social pero sí con fotos que lo aparentaban
“La única buena noticia de estos días es que no habrá nuevas elecciones… por el momento” porque, sigue Toxo, «esta es una legislatura que durará lo que quiera el PP. Pero dure lo que dure vamos a recoger el guante del diálogo social que ha ofrecido Rajoy», a pesar de que este ha afirmado que no va a haber marcha atrás en las reformas fundamentales. Efectivamente, en esos mismos instantes, en el Congreso le acababa de recordar a Antonio Hernando, del PSOE, que no derogará ninguna de sus «exitosas leyes”. Y el día anterior, había afirmado que “tan malo es no tener Gobierno como tener un Gobierno que no pueda gobernar», con lo que insinuaba su disposición a convocar elecciones en cuanto encuentre dificultades en el Parlamento.
Toxo es consciente de la retórica del dialogo social y conoce la facilidad con la que se incumple. Advierte que “venimos de una legislatura sin diálogo social pero sí con fotos que lo aparentaban. Entonces nos presentamos con las mejores disposiciones que duraron pocos meses, hasta finales de enero de 2012. Aquello acabó pronto y mal, cuando el PP se pasó al unilateralismo que le permitía la mayoría absoluta que disfrutaba».
Ahora el presidente Rajoy, en otras condiciones, tiene, añade Toxo, una nueva oportunidad. Pero no es fácil que disfrute del viento favorable que ha empujado a la economía española en estos cuatro años. “Ha mejorado la macro”, pero la crisis y sus efectos siguen presentes en España. Incluso si fuera todo favorable, según los analistas, hasta el 2021 no llegaremos a los niveles de empleo de 2007. “Demasiado”, afirma. Hemos recuperado la ocupación del 2011 pero con menos horas globales del trabajo, lo que significa que las cifras esconden “un reparto espurio del trabajo” representado por los contratos a tiempo parcial.
Los componente del dialogo social
Dialogo social significa modificar la reforma laboral. «Veo difícil lo contrario», dice el secretario de CC.OO. «La Reforma Laboral del 2012 facilitó, primero, destruir empleo y hacer ajustes y, luego, crearlo precario. Lleva en su seno la desigualdad, entre jóvenes y mayores y también entre mujeres y hombres. Por primera vez, la pobreza laboral existe. La devaluación salarial ha ido demasiado lejos», concluye.
En la senda de consolidación fiscal planteada por el Gobierno, no es posible resolver la crisis
Movilizar los propios recursos es la tarea. Significa asumir una reforma fiscal que aporte más ingresos y otro calendario de consolidación fiscal. Significa impulsar el papel de la negociación colectiva y reconocer al consumo el papel determinante en materia de salarios, pensiones y desempleo. Significa también, según Toxo, hacer cosas en materia de empleo y recuperar la inversión pública. No vale con una política de bonificaciones, que riega 8.000 millones de dinero público en políticas activas que no lleva a ningún sitio. Mejor dedicarlo, insiste, a la recuperación de la actividad mediante el impulso de lo público en infraestructura y atención a las personas, los dos nichos de empleo. Significa, por último, resolver la financiación de las pensiones con un déficit previsible de 18.000 millones de euros al concluir 2016, con un fondo de reserva agotado en 2018.
Concluye afirmando que, en la senda de consolidación fiscal planteada por el Gobierno, no es posible resolver la crisis. Le pide que vaya a Bruselas con nuestro apoyo y el del parlamento para renegociar los ritmos de consolidación.
Ignacio Muro. bez.es. 28 de octubre de 2016
Europa Press
Me alegra enormemente que todavía queden líderes sindicalistas con sentido común y con una idea clara de hacia donde hay que ir. Estaba perdiendo la esperanza
El señor Toxo no renuncia a la financiación de su «sindicato» por parte del ESTADO.