Metáfora para los delicados de cutis político

Con motivo de la celebración hace unos días del congreso del Partido Comunista de Andalucía (PCA), escribí un artículo titulado “El culebrón del PCE-IU y sus enterradores”. Al publicarse, el artículo se compartió más de 60 veces en otros blogs y recibió un montón de comentarios, muchos más de 200, la mayoría expresando su acuerdo total o con matices con el mismo, unos cuantos expresando su desacuerdo porque los trapos sucios se lavan en casa aunque se pueda coincidir con tal o cual aspecto, y una minoría radicalmente en contra entrando en algunos casos hasta en el terreno de la descalificación personal y política con menciones tergiversadas, manipuladas y desinformadas hacia mi actuación como dirigente del PCE.

Todo ello lo veo muy normal ya que yo escribí el artículo convencido de lo que decía y dirigido a los que todavía creen en la posibilidad de un proyecto alternativo de izquierdas, con los valores, principios, ideas y propuestas organizativas, que han inspirado los mejores y más sólidos momentos de la historia, la identidad, el trabajo y la presencia activa organizada en la sociedad, tanto del PCE como de IU, sin excluir, sino presuponer, que la unidad de las fuerzas sociales y políticas que se reclaman de la trasformación social, el socialismo y el comunismo, es una de las tareas básicas para alcanzar los objetivos propuestos.

Esto de ninguna manera excluye los errores colectivos y personales cometidos y exige tenerlos en cuenta para corregirlos y no volver a caer en ellos, sin que ello signifique liquidar por derribo las ideas y programa político y los instrumentos, el PCE e IU, para crear algo novísimo, modernísimo, como tantas veces hemos visto proponer por grupos de militantes del partido que siempre han acabado igual: desembarcando en otros partidos, vociferando desde grupúsculos hasta que algún poder político real les ha echado un cable económico y ofrecido un taburete, el caso de Nuet es esclarecedor, o han desaparecido de la escena política para dedicarse a la vida privada.

Resumiendo, yo me dirijo a los hombres y mujeres que creen en las ideas del socialismo y del comunismo, son honestos, y no se arrugan o empiezan a temblar o pedir clemencia para no desaparecer y un puesto ante la aparición de la noche a la mañana de una organización política nueva.

Y claro, ante el congreso del PCA, y las solemnes promesas de que ahora sí va en serio, me vino a la mente una imagen que utilizo como metáfora:  Es la imagen de un latifundio, público o privado, andaluz, que habiéndose convertido en una cooperativa agraria y de servicios colectiva, con una buena perspectiva de mejorar y engrandecerse en lo inmediato, ve como a su lado se instala un latifundio depredador que ofrece cómodas y rápidas ganancias con productos que varían de día en día a conveniencia del potencial cliente y se encuentra con la desidia progresiva de sus dirigentes y cooperantes, a los que tienta lo “fácil”, y, como consecuencia, con zonas cada vez más extensas de tierra yerma, matorral, malas hierbas, falta de mano de obra, y la consiguiente reducción de los productos cosechados y de los servicios prestados. Y la propietaria del latifundio depredador aparecido hasta se atreve a decirles: si queréis venir conmigo, dejad vuestro bagaje en la puerta y romped los acuerdos municipales con el PSOE. 

Esta especie de metáfora me sirve para explicar que, a pesar de los discursos teóricamente revolucionarios, que nadie pide ni a nadie interesan por su puro voluntarismo e irrealismo, y de las soflamas retóricas para un partido organizado, fuerte y presente en toda la sociedad, los problemas de fondo para el PCE y para IU no solo subsisten, sino que se agravan.

Es muy sencillo de entender lo que propongo yo y bastantes más, muchos de ellos militando activamente en el partido, estando en desacuerdo con muchas  de las cosas que pasan en él, no aceptando la práctica desaparición de IU y la paralela dependencia casi total del grupo que controla y dirige Podemos, no de todos los que están en Podemos, y lo que continúan proponiendo miles de afilados expulsados de IU y marginados del PCE.

Resumiendo, hablamos y proponemos cosas políticas elementales y de respeto a las personas que no están de acuerdo con lo que se hace y cómo se hace: ni persecución ni marginación en el partido, integración en IU de todos los expulsados que quieran volver, recuperar plenamente la identidad e independencia de IU para realizar su política, sin pedir permiso a nadie; trabajo unitario y convergente con todos los movimientos y grupos sociales y culturales que coincidan en un proyecto de izquierdas y un programa político concreto que se defienda por los partidos con los cuales se trabaje en la sociedad y en las instituciones para derrotar a la derecha y a las políticas reaccionarias e impulsar un cambio social y político de fondo, que no se limite a decir lo malo que es el PP y a dedicarse a patochadas demagógicas pidiendo vicepresidencias y ministerios un año, dejando gobernar al PP  si no se las prometen, haciendo mociones de censura como brindis al sol y negociando ahora con el PSOE lo que le echen. 

Todo ello avalando por activa y por pasiva a los secesionistas de Catalunya, en una permanente empanada mental, en vez de defender sin vacilaciones ni medias tintas una reforma constitucional, que culmine el Estado de las autonomías en un Estado Federal, con horizonte republicano, y que convierta las orientaciones sociales genéricas de la actual Constitución en imperativos constitucionales para hacer frente a los graves problemas que padece una parte importante de la sociedad, en especial la juventud, a causa de las políticas neoliberales, laboral y socialmente depredadoras de los derechos más elementales de toda persona al trabajo, al estudio, a la vivienda y a la convivencia en un mundo en paz.

Francisco Frutos Gras. Ex Secretario General del PCE

Crónica Popular • 11 Julio, 2017

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