Los cloacas de Interior y algunas otras del exterior (la Generalitat no excluida)

Por Rosa Guevara Landa. Rebelión. 4/08/2017

Es necesario recordar [ que e l 27S ] sólo ha permitido configurar objetivamente, según el régimen electoral vigente, una mayoría parlamentaria que no tiene correspondencia con la mayoría de votos obtenidos por las fuerzas políticas que impulsan el proceso diseñado en la Resolución 1/XI, en relación al conjunto de votos emitidos. Si desde el punto de vista político las elecciones debían constituir un plebiscito para comprobar la existencia de una mayoría social a favor de la independencia de Catalunya, este objetivo político no se logró, ni parece correcto desnaturalizarlo con el criterio de los escaños conseguidos (…) Se puede aceptar la primacía del principio democrático para realizar una transición o ruptura de las reglas de un estado autoritario en beneficio de un nuevo régimen plenamente democrático y constitucional (…) puede ser arriesgado confundir esta situación con la existencia de déficits que afecten a la calidad democrática de un estado que, aún así, mantiene los elementos esenciales que lo definen como democrático y de derecho, sobre todo si esta imagen sigue siendo percibida por la comunidad internacional (…) Pretender, a partir de la constatación de ciertos déficits, que el Estado español mantiene formas autoritarias (postfranquistas) que lo convertirían en no democrático puede suponer un grave error de apreciación política y sobre todo jurídica .

Antoni Bayona (letrado mayor del Parlament de Cataluña, 2017)

La temperancia en nuestros análisis y conclusiones políticas suele ser una virtud nada opuesta a una perspectiva crítica y transformadora de realidades que no merecen, muy lejos de ello, una valoración positiva desde una perspectiva poliética y feminista. Las mujeres sabemos muy bien la conveniencia de mirar, con templanza y cuidado [1] todos -este es el deseo gnoseológico acaso inalcanzable- los nudos de los tableros. No basta con analizar críticamente algunos vértices. Podemos engañarnos, pueden engañarnos, si obramos así. Podemos extraer conclusiones precipitadas, muy críticas con unos, muy complacientes con otros.

Jaume Roures -el capitalista de Mediapro, un señor de negocios con muchos activos e inversiones que se dice de izquierdas y catalanista- es el productor y director de un documental titulado “Las cloacas de Interior”, un documental que pudo verse el pasado martes, 18 de julio (la fecha no fue seguramente azarosa), en TV3, la televisión pública -nacionalista y secesionista- de Cataluña. Se deja ver bien y denuncia tramas, asuntos y personajes que deben ser denunciados. Empero, hay olvidos, confusiones y lo mostrado y la perspectiva encaja a las mil maravillas con el relato secesionista de estos últimos años. Acaso por no casualidad.

Y con algunas exageraciones. Esta por ejemplo: “Es el escándalo más grande de la democracia”. No, ha habido otros que son aún menos presentables. No haré ninguna crítica (que podrían hacerse como es evidente) pero sí diré que mi compañera, por ejemplo, dejó de estar atenta al ver como se presentaban los asuntos del clan Pujol, mezclando la suciedad tóxica con asuntos y procedimientos que nada tienen que ver con esas cloacas. Por detrás, y acaso por delante, es una conjetura de ella que a veces es muy mal pensada, un plan diseñado y en construcción para poco a poco hacernos creer que todo este asunto Pujol-Ferrusola ha sido una invención y creación del Estado opresor. No es nueva la narrativa. Se ha repetido en muchas ocasiones. En general, con escaso éxito esta vez. Las banderas, por el momento, no sirven o no sirven del todo.

Paso página, pantalla dicen ellos (ellas también por desgracia). Para nuestra ubicación: sabemos muy bien cómo se las gasta el ministerio del Interior. Tanto mi compañera como yo, desde hace muchos años.

El secesionismo usó -y usará- el documental para sus fines político-culturales. Ejemplos, una breve selección. Antes del pase del documental por TV(seces)3, Raül Romeva: “Esta noche se entenderá mejor porque estamos donde estamos y porque la única respuesta son las urnas” (¿Elecciones anticipadas entonces?). Del presidente de la Generalitat: “Abandonad toda esperanza de regeneración. Solo los fanáticos defienden que esto es un Estado de derecho y una democracia seria” (¿Se refiere también esta “sesuda reflexión” -recordemos las palabras del primer letrado del Parlamento catalán- a la Generalitat como parte del estado?). Neus Munté, la defenestrada: “El 30% de cuota de pantalla y verdades como puños. Cloacas y guerra sucia. Armas del Estado” (¿Y las armas, las cloacas y la guerra sucia de la Generalitat? ¿Nada que decir, nada que opinar?). Jordi Sánchez, ANC: “No nos tenemos que dejar intimidar, amenazar o despreciar. Lo que tiene que haber es una movilización y poner una papeleta en una urna. Y las habrá. No podrán extorsionar a nuestros políticos. No podrán acojonarnos”. ¿Podrán ellos acobardarnos -¿qué es eso de acojonarnos?- a nosotras?

Sea como fuere, nada justifica los insultos a Miquel Iceta por decir que no vio el documental, que prefirió ver otra cosa. La que fuera. Le dijeron de todo. “Hijo de puta -un insulto obscenamente masculino que se suele decir mucho en Cataluña, en catalán, “fill de puta”, que dicen que suena “más suave”- y “mariquita” entre otras caricias verbales. Ellos no presionan, no coaccionan por supuesto que no. Lo suyo es votar con una margarita en los labios y construir un país de sonrisas y buen rollo.

En todo caso, hablando de cloacas, conviene recordar:

Lo de Pujol y su familia, ¿tiene algo que ver con las cloacas de la Generalitat? ¿Aquí no hay suciedad generalizada durante casi 30 años?

¿Y lo del Millet y sus amigos?

¿Y lo del 3% -o más- sistemático?

¿Y lo de Josep Prat, condenado a pagar 900.000 euros por el caso Innoca?

¿Y el intento de desmantelamiento de la enseñanza pública preuniversitaria?

¿Y el apoyo permanente a la sanidad privada?

¿Y el acuerdo que se pretendía con Sheldon Eurovegas?

¿ Y los papeles escondidos, y los ocultamientos en general?

¿Y los procedimientos antidemocráticos seguidos?

Y así siguiendo.

Un último caso: “Dos edificios degradados del Raval de Barcelona son propiedad del director de rehabilitación de la Generalitat. Los inmuebles de Jordi Sanuy están ubicados en la calle Lancaster de Barcelona y todos los pisos están vacíos. Las fincas están afectadas desde hace quince años por un plan de mejora del Ayuntamiento de Barcelona. Los edificios son de la mercantil Cravi SL, una sociedad administrada por Jordi Sanuy Aguilar, director de Qualitat de l’Edificació i Rehabilitació de la Generalitat. Sara Marcha, miembro de la “plataforma Lancaster”, denuncia que estamos delante de una problemática donde hay responsabilidades compartidas entre la administración y los grandes propietarios” [ 2 ]. ¿ Le suena esto de la colaboración administración, catalana en este caso, y grandes propietarios?

¿No hay ninguna cloaca aquí? Son los ejemplos dados cloacas de esta parte del Estado que es la Generalitat, ¿o no lo son? ¿Está preparando el radical e izquierdista Jaume Mediapro Roures algún otro documental sobre estos asuntos también turbios y muy tóxicos?

Notas

1) Un filósofo, al que conocimos personalmente, un intelectual concernido que en una ocasión -una mesa redonda sobre izquierda y derecha llena a rebosar de hombrecitos, todos lo eran- se presentó como Paca Fernández Buey, escribió sobre el tema: La ilusión del método. Por un racionalismo temperado, Barcelona, Crítica, 1991 (hay edición en bolsillo, con nuevo -y excelente- prólogo, en 2004).

2) https://directa.cat/dos-edificis-degradats-del-raval-de-barcelona-son-propietat-del-director-de-rehabilitacio-de

 

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