Ante la crisis pandémica en España.

Las crisis excepcionales suelen poner a prueba todos los sistemas, y exactamente eso es lo que pasa en nuestro país. Lo poco que el gobierno ha hecho bien lo hizo tarde, mientras que ya parece estar volviendo a hacerlo mal demasiado pronto. Y frente al gobierno, la derecha y los nacionalismos –que también son de derechas–, cada uno a su manera y con matices, se instalan en el acoso y derribo permanente.

Realmente preocupante esa pelea barriobajera entre los políticos de este sufrido país. Viendo el comportamiento de sus señorías es fácil de comprender cómo hemos terminado así. No obstante, lo verdaderamente preocupante es cómo los ciudadanos ceden al chantaje emocional y apoyan a uno u otro en función de su posicionamiento político y no en función de los resultados que han obtenido.

La privatización de la sanidad lleva años produciéndose lenta y conscientemente, y no solo desde la derecha rancia del PP y de CiU (ahora PdCat, con la inestimable colaboración de ERC y, cuando hace falta, de la CUP); pues tampoco ha sido ajeno a este proceso privatizador el PSOE de Zapatero o, incluso, el primer gobierno de Pedro Sánchez.

El debate público se ha convertido en una pelea de gallos y nadie se detiene a valorar lo realizado, solo a echar más leña al fuego. Se defiende a la causa y no se hace ni caso a los problemas que nos acucian.

España vive inserta en una sociedad global donde la desigualdad es el motor económico de la creación de riqueza. Alternativa Ciudadana Progresista siempre ha entendido que esta es la clave para entender las injusticias sociales y políticas que afectan al mundo y a nuestro país. La voracidad de las oligarquías patrias, tanto las de ámbito estatal como las de ámbito autonómico, ya generaba antes de la pandemia una crisis de estado tanto en lo social como en lo político. No acabamos de salir de la recesión del 2008, y la actual pandemia no hace otra cosa que agudizar la desigualdad y enconar, más si cabe, el conflicto político existencial de España. Neoliberalismo y nacionalismo se retroalimentan, no en oposición sino en coalición… Nada más parecido a Vox que el secesionismo catalán (PdCat, ERC y CUP).

Se afirma desde una actitud positiva que no es hora de insultos sino de soluciones, que no es momento de buscar problemas sino de arremangarse y empujar codo con codo. Y estamos de acuerdo. Pero también es cierto que hay que saber hacia dónde empujamos. Ciertamente, la coyuntura no permite augurar un asalto a los cielos y, en cambio, sí se vislumbra en el horizonte la salida estandarizada por la troika, que supondría una grave hipoteca –de nuevo– para las clases trabajadoras.

Está bien que los millonarios hagan donaciones para ayudar, pero la sociedad democrática no puede vivir de la voluntariedad caritativa temporal y aleatoria. Es preciso que arrimar el hombro suponga que cada cual ponga según su posibilidades y reciba según sus necesidades. Como dijo el Presidente de El Salvador, por aportar la mitad de su fortuna lo ricos no dejarán de ser ricos (no literal), mientras los pobres se morirían de hambre si lo hicieran. Establecer mayor progresividad en las rentas altas para salvar a las bajas.

La pandemia ha dejado constancia de lo importante que es tener una sanidad pública potente, bien dotada y de propiedad y gestión pública al 100%. Y eso es algo que la derecha, y la izquierda, deben asumir al salir de esta crisis. ¿Quién dijo que lo público no era eficiente? Miles de trabajadores sanitarios están demostrando hoy la eficacia de lo público, frente a la voluntad privatizadora de los políticos.

Bajo la dirección del gobierno de coalición (aunque, desde luego, sin hacerles la ola), se puede llegar a un consenso para salvar la situación y salir todos honrosamente y con mayor igualdad y justicia social ─sí, la derecha no deja de “defender” a los trabajadores en ERTE que no cobran─, pero los pactos de la Moncloa se dieron en unas circunstancias muy diferentes a las actuales y la correlación de fuerzas era muy distinta. Y ahora que desde Pablo Iglesias hasta Pablo Casado se declaran defensores de la Constitución es hora de sentarse… cada uno en su sitio.

Seamos serios: en los últimos años, las políticas de socialistas y populares durante sus mandatos no han diferido mucho en lo sustancial, salvo matices estéticos. El social-liberalismo que se practica en Europa ha frenado mucho, en los últimos años, el apartado social. Hora es que la mayoría constitucionalista abone unos pactos en los que el pastel lo pongan los pudientes. Para ello se precisa un poco de humildad por parte de todos… Gobierno y oposición.

Y, mientras tanto, nuestra obligación como ciudadanos de este sufrido país es aportar acciones responsables y fijarles el camino tanto a quienes nos gobiernan como a quienes aspiran a hacerlo, centrando el debate donde debe de ser. No debemos caer en el discurso infantil de malo tú, bueno yo. El debate político tiene que centrarse en buscar soluciones contundentes y eficaces. En prepararnos para la futura lucha y confrontar los futuros desafíos. O nos ponemos serios y nos aplicamos a la tarea, o esto irá de mal en peor.

Junta Directiva de Alternativa Ciudadana Progresista.

Barcelona, 1 de mayo de 2020

2 comentarios en «Ante la crisis pandémica en España.»

  1. Muy buen comunicado

  2. Certero, contundente y clarísimo.
    Yo no lo hubiera hecho mejor.
    enhorabuena

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