Una ley siniestra

Iñaki Viar Echevarría

Nacido el 25 de abril de 1947 en Bilbao, licenciado en medicina, especializado en psiquiatría, profesor jubilado de la Universidad del País Vasco y psicoanalista miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, argumenta la crítica a la nueva ley “Para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI”, que les va a permitir – si es aprobada por el Parlamento – actuar con los menores según los criterios de los partidos y movimientos que promueven esta ley.

Dice:

…. Esta intervención se efectúa sobre miles de niños desde hace tiempo en todo occidente. La sociedad no dice nada. Lleva acatando calladamente durante años los presupuestos de ese sintagma absurdo: “ideología de género”. Desde luego, lo único cierto es que sí se trata de ideología, que promete la dicha futura si sigues sus directrices y que acusa de los peores males a quienes la critican. ….

Entre otras cosas, afirma que:

….

Bloquear la pubertad supone interrumpir artificialmente, con fármacos, el despliegue de ese   proceso y su desarrollo. Se trata de una intromisión en el acontecer vital de un ser humano. El “bloqueo hormonal” impide a los sujetos de estos tratamientos vivir las experiencias propias del transcurrir de su tiempo infantil y juvenil; les priva de la posibilidad de elaborar sus propias respuestas ante los encuentros contingentes que se producen en ese tiempo. Eliminar la contingencia en los menores es impedirles ser libres de decidir. Esta libertad, y ese derecho, es del mismo orden que la de los humanos adultos. Es la vía para adquirir la responsabilidad de sus deseos. Es la que la Ley trans quiere abolir en los menores.

….

Esta exaltación de la identidad, en detrimento del sujeto portador de los derechos y deberes, del ciudadano del Estado de Derecho, conduce a una ideología sectaria, que se atribuye el derecho de dictar juicios morales sobre la vida privada y pública de las personas. Es un empuje a sustituir el derecho público por la arbitrariedad privada. Es decididamente totalitario, y sustituye la razón por criterios morales, lo cual da a este movimiento un aire religioso y antidemocrático. Se trata de un movimiento interclasista que pretende dañar los principios del funcionamiento democrático y sustituirlo por… la aplicación de una verdad autodefinida….

 

Leer el artículo completo en: el Papel.es

 

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