Reproducimos a continuación el artículo de Salvador López Arnal. Miembro de ACP y de AIREs y prolífico articulista colaborador de, entre otros, “El Viejo Topo”, “Espai Marx” además de su activa y siempre comprometida “Página herida”
Lo racional y emocional en Catalunya es que catalán y castellano sean lenguas vehiculares y de aprendizaje. Esto significa que ambas lenguas se utilicen en las materias de contenidos, desde matemáticas a biología pasando por las ciencias sociales y en actividades artísticas y deportivas. También catalán y castellano deberían ser lenguas de comunicación entre los distintos colectivos que forman parte de las instituciones educativas.
El rechazo de la Generalitat a que el castellano sea, junto con el catalán, lengua vehicular y de aprendizaje muestra por parte del presidente Pere Aragonés y del conseller de educación Josep González-Cambray una falta considerable de empatía y consideración con buena parte de los ciudadanos de Catalunya. Además, desde una perspectiva racional, este rechazo no supone la defensa de la lengua y literatura del catalán, sino todo lo contrario. Por un lado, se priva a los alumnos de competencias en castellano, en especial para los catalanoparlantes; y para los castellanoparlantes, es una falta de consideración desde el punto de vista emocional.
Anna Estany (2022)
Consideraciones previas:
- Hoy viernes se estrena en nuestros cines “Labordeta, un hombre sin más”. Paula Labordeta, una de sus hijas, y Gaizka Urresti la han dirigido. ¡No hay que perdérsela! (940) Trailer «Labordeta, un hombre sin más» – YouTube
- 2. Lema neoliberal .Cat: la pela és la pela, el euro es el euro. Demostración: “Marcela Topor [la esposa de Carles Puigdemont]seguirá cobrando000 euros al mes de la XAL [Xarxa “Red) Audiovisual local]hasta las elecciones municipales”. https://www.eltriangle.eu/2022/09/12/el-24-de-setembre-torna-el-programa-setmanal-de-marcela-topor-a-la-xal/
- Dicen mucho, ¡y mucho es muchísimo!, de los medios de .Cat (y en general, de España) las informaciones publicadas o dadas en TV3, Catalunya Ràdio, El País, TV1, La Sexta, La Vanguardia, etc. sobre la manifestación del 18S. Quien subvenciona, manda; quien es un medio dirigido, lo demuestra. ¡Todo vale!
- Alcarràs, rodada en catalán, será la película que representará a España en los Oscar. ¿Han oído muchas voces ciudadanas oponiéndose por eso, por estar rodada en catalán? ¿1 por cada 10 millones de ciudadanos españoles? ¿La catalanofobia generalizada de siempre… o más bien no?
- Interesante iniciativa: “El autor del informe «Desmintiendo el CatalanGate» pide comparecer en la Comisión Europea. Jonathan Scott quiere denunciar que Citizen Lab, laboratorio que publicó el supuesto caso de espionaje de los dispositivos y teléfonos móviles de 65 personas partidarias de la independencia de Catalunya, aportó información falsa al Parlamento Europeo.” [1]
Regresemos al pasado domingo, al 18S.
Vendrán más años malos, como aventuró acertadamente Rafael Sánchez Ferlosio, y no sé si nos harán más ciegos, más sordos o más sabios, pero no tengo ninguna duda de que dentro de 10 o 15 años, los jóvenes de entonces, ahora niños o adolescentes, las gentes trabajadoras, profesores, maestros y maestras no fanatizados, los estudiantes, padres, madres, tutores, viejecitos como yo (si llegamos), los ciudadanos en general, de aquí o de allí, de Barcelona, Tarragona, Sant Feliu, Bilbao, Madrid, Pontevedra o Córdoba, se preguntarán y nos preguntarán:
¿Por qué la izquierda no combatió la hispanofobia que extendían por venas y arterias del sistema educativo catalán el gobierno de la Generalitat y sindicatos nacionalistas y organizaciones civiles afines (incluidas muchas AMPAs)?
¿Por qué la izquierda, defensora del bilingüismo en tiempos de la lucha antifranquista y en años de transición, aceptó, cuando no estimuló, la inmersión lingüística obligatoria en catalán (y el proyecto nacionalista que le es anexo) y el menosprecio del castellano/español, lengua mayoritaria entre las clases trabajadoras catalanas?
¿Por qué hicieron en este asunto causa común con las fuerzas nacional-secesionistas sabiendo, como sabían, que su base social, una buena parte de sus militantes, de sus votantes, de sus simpatizantes, no eran partidarias de la unidimensionalidad lingüística y del desprecio del idioma materno de una buena parte de la ciudadanía catalana (la trabajadora especialmente)?
¿Qué tiene que ver la finalidad monolingüística nacionalista de la inmersión con los objetivos de la emancipación social?
¿Por qué renunciaron en Cataluña a la lengua de García Lorca, Machado, Cernuda, Marsé y Goytisolo y la tildaron casi de lengua extranjera (¡y con peor trato que el inglés!) en el sistema educativo?
¿Por qué calificaron de fachas, o adjetivo afín, a los críticos de todo este disparate-montaje nacional-lingüístico?
¿Por qué la izquierda apoyó leyes que consideraban el catalán la única lengua vehicular de la enseñanza?
¿Por qué la izquierda abonó la (espléndida) idea de la España plural y habló de la riqueza de sus lenguas y culturas, y fue incapaz de defender otra idea espléndida, la de una Cataluña también plural y lingüísticamente diversa?
¿Por qué defendió que el catalán era una de las lenguas españolas y, en cambio, nunca afirmó que el castellano/español era también lengua de Cataluña?
¿Por qué la izquierda no puso más énfasis en las inconsistencias de libro de muchos líderes nacionalistas (y de las clases acomodadas con ellos relacionadas): ¡inmersión involuntaria en catalán en la escuela pública y parte de la concertada, pero mis hijos que estudien en escuelas privadas o concertadas donde no se practica la inmersión! (Mas, Junqueras, el actual conseller de Educación, … la lista es larga)?
¿Por qué no criticó abiertamente los disparatados planes y acciones de la Plataforma per la llengua y sus controles ilegales sobre el hablar de los niños/as en los recreos de los colegios?
¿Por qué no denunció la izquierda la estrategia de algunas instituciones (por ellas gobernadas) que usaron el falaz truco de considerar el catalán “lengua preferente de la institución”, con la marginación del castellano/español que tal uso preferencial comportaba?
¿Por qué la izquierda institucional, orgullosa de haberse conocido, hizo causa común con las fuerzas nacionalistas en el incumplimiento de sentencias judiciales y en trampas de tahúres parlamentarios?
¿Por qué y cómo justificó la izquierda su apoyo y ayuda a la calculada operación de ingeniería social y lingüística -¡la construcción nacional del país!, según denominación de origen- que intentó (y seguirá intentando entonces probablemente) llevar a término el nacionalismo .Cat, ubicando uno de sus ejes en la “nacionalización” del sistema educativo?
¿Qué explicación tiene que la izquierda española se negara a hablar, a recibir (estuviera o no de acuerdo con sus objetivos), a una delegación de Escola de Tothom-Escuela de todos?
¿No era de esperar que las derechas españolas intentaran ocupar, a sus anchas y sin obstáculos, ese inmenso vacío socio-cultural que les dejó, con todo conocimiento de causa, la izquierda institucional?
¿Era consciente la izquierda institucional que su irracionalismo lingüístico (y su subordinación y servilismo políticos) estaba alimentando y abonando las bases de la derecha entre ciudadanos de clases trabajadoras?
Podríamos añadir cien preguntas más. Pero no es necesario.
¿Tendremos respuestas a esos interrogantes? ¿Se sabrá responder a esas legítimas inquietudes de la ciudadanía de un futuro muy próximo? ¿Se repetirá también entonces el mantra, mil veces refutado, de que el “catalán es un idioma perseguido por el Estado español”, que es “la única lengua propia” de Cataluña, que los que se oponen a la inmersión son todos “unos fachas de mucho cuidado”, que el bilingüismo es asunto de las derechas, que solo lo defienden los ñordos españolistas?
No sé si se sabrá responder, pero no me cabe ninguna duda de que la actitud de las izquierdas institucionalizadas (PSC-PSOE, Comunes, Unidas Podemos) el pasado 18S no tiene parangón… ni justificación.
¿Desolación de toda esperanza? Nada de eso.
Más allá de indeseadas presencias, de lemas mejorables y de una mayor consistencia en el terreno del bilingüismo, lo esencial es que la acción del pasado domingo en Barcelona fue una de las primeras manifestaciones ciudadanas masivas a favor de la convivencia en armonía del catalán y castellano en el sistema educativo de Cataluña. ¡Nada que ver con la catalanofobia ni con un españolismo excluyente y trasnochado, nada de nada!
¡Y estamos hartos, muy hartos, que a los que defendemos algo tan elemental como la educación inicial en la lengua materna (con paulatina inclusión de la otra), la convivencia, insisto de nuevo, de catalán y castellano, los que nos oponemos frontalmente a la catalanofobia y a la hispanofobia seamos tildados, por algunos colectivos de izquierdas (y por el nacionalismo de toda tendencia y condición) de fascistas o con adjetivos similares! ¿Qué esconden esos insultos? ¿Mala conciencia? ¿Incapacidad argumentativa para defender lo indefendible?
Sugerencia: sigamos teniendo toda la paciencia del mundo, la del Santo Job decía un amigo, e intentemos convencer a las gentes de izquierda, a la ciudadanía de izquierdas, a nuestros amigos y compañeros, de la injusticia cultural y social que representa la mal llamada inmersión (nadie se opone a la enseñanza del catalán y en catalán) y el desolador e irracionalista papel que juega en este asunto la izquierda institucional… Y mientras tanto, por supuesto, no nos olvidemos de los grandes males que nos acechan: crecientes desigualdades sociales, pobreza extrema, vulnerabilidad de los sectores sociales menos protegidos, calentamiento global, crisis energética, guerras imperiales, … La unidad de las personas trabajadoras es más necesaria que nunca.
- He titulado esta nota “La incomprensible ausencia ….”. Pero ¿es tan incomprensible? Mirando de frente, sin miedo ante lo que vemos, es más que comprensible: una parte de la izquierda .Cat (y de la española): ¡bebe de las mismas fuentes, se alimenta del mismo relato, simpatiza con muchas aristas de la cosmovisión nacionalista! Se les ve unidos de la mano en muchas ocasiones, como si fueran colegas, incluso cuando veranean.
Notas
Leer artículo en la «Pagina herida» de Salvador López
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