«Reconozcamos que en una sociedad donde Millet sigue en su casa, ese estafador con botox, Ruiz-Mateos, aún exhibe su zoo familiar, que la inefable Maria Antònia Munar logra el encaje de bolillos de la transversalidad política de los fondos públicos, quién puede reprochar a Pepe Lozano que se haya llevado 450.000 en bonus al rendimiento, con el ánimo de convertirse en emprendedor por las Américas». Lo reconozco.