La Junta Directiva de la asociación Alternativa Ciudadana Progresista (ACP), en fecha 13 de abril de 2013, decidió emitir el siguiente comunicado:
Comunicado ACP de 13 de abril de 2013. Este mes de abril se cumplen 40 años de la muerte de un trabajador vecino de Santa Coloma a manos de la policía franquista.
Ha pasado mucho tiempo desde los días en que las fuerzas represivas de la Dictadura intentaban apagar la resistencia obrera y popular de los trabajadores del cinturón metropolitano sin conseguirlo.
La presión de las fuerzas obreras exigiendo libertad y un diferente reparto de la riqueza generada por su trabajo hizo ver a la burguesía española en general y a la catalana en particular que los extraordinarios beneficios que la dictadura de Franco les había permitido obtener peligraban y que era necesario propiciar el cambio de régimen para que todo siguiese igual.
Durante los últimos 40 años se ha silenciado tanto el protagonismo absoluto del movimiento obrero del cinturón metropolitano de Barcelona en la lucha contra el franquismo, como el pacto de hierro de Franco con las oligarquías financieras e industriales que les permitió un acopio «ilícito» de la riqueza y la represión de cualquier oposición, incrementado la desigualdad que dejaba a las clases populares en situaciones terribles de desamparo y miseria.
Es necesario resaltar la participación en ese pacto con el franquismo de la burguesía catalana, enormemente beneficiada de las políticas económicas que concentraban en territorios la industrialización y fomentaban las correspondientes estrategias aduaneras para consolidarlas, generando con ello un éxodo humano que supuso el enriquecimiento de algunos con la miseria de la mayoría de los habitantes de la periferia.
Los obreros del cinturón metropolitano pusieron los cadáveres de sus hijos y hermanos, el dolor de las torturas del sistema represivo, sufrieron la miseria y la pobreza del desigual reparto de riqueza que traía la connivencia de esta burguesía catalana con Franco y todo ello no se puede olvidar. Ni podemos aceptar, que aquellos que se beneficiaron de la injusticia franquista, pasen a venderse como los artífices de su derrota.
Precisamente recordar lo que pasó, es necesario para poder reconocer los síntomas de los nuevos engaños que nos están tratando de inculcar, y por ello es vital señalar que ahora se pretende convertir la lucha de clase en lucha entre territorios.
La situación actual, con la aplicación de políticas neoliberales desde todas las instancias del poder: local, autonómico, estatal y europeo, están eliminando los pocos avances que en estado del bienestar habíamos conseguido en España.
La burguesía, de toda España, y el capital multinacional, aprovecha la “crisis” para obtener más plusvalías y acumulación de capital a costa de las rentas del trabajo. Hoy la desigualdad vuelve a incrementarse y las situaciones de las clases populares vuelven a ser de desamparo y miseria. Todo junto a una corrupción generalizada de la partitocracia que nos gobierna.
Por eso no hemos de olvidar en estos momentos, de nuevo, que quien nos roba a los trabajadores no es España, no son los trabajadores de Andalucía, sino los poderosos de Madrid, de Barcelona o de Sevilla. Los trabajadores de Santa Coloma, de San Adrián, de Barcelona, tenemos en común los mismos objetivos que los trabajadores de Zaragoza y que esos objetivos son antagónicos a los que pueden tener las oligarquías de Aragón o Cataluña y sus representantes, ya sean Mas y su aliado Junqueras o ya sea el gobierno valenciano, manchego o de Madrid,. etc.
No hay nada más alejado de los intereses de los trabajadores que las luchas territoriales, pues esta es la puerta abierta para dividirnos y para que nos utilicen como ariete los mismos que nos explotan contra otros obreros.
Ahora más que nunca los intereses obreros no pueden coincidir con los intereses de la burguesía y sus construcciones nacionales.
¡Viva la lucha obrera! ¡Viva la Tercera República Española!
