En octubre de 2007 ya pronosticaba en mi artículo “UPyD versus Ciutadans” que “la deriva de Ciutadans con Albert Rivera al frente solo podía suponer su derechización” y eso es lo que ha ocurrido ahora con su pacto con “Libertas”, es decir nada anormal, algo previsible.
Lo que no es de recibo es que algunos argumenten que los derroteros perversos de este partido surgieron por la adopción de un ideario de izquierdas en su segundo congreso. Extraña situación en la que un grupo de personas autodenominadas de izquierda progresista abandonaron dicho partido precisamente por lo contrario, es decir la falta de un programa de izquierdas y la imposición de un sistema interno de corte mayoritario aunque disfrazado con también con el neón de las listas abiertas.
Hablaba en mi despedida de Ciutadans: “Regreso a la orfandad o el desencanto. Las razones de un abandono” (julio/2007) de la “colocación en el ideario de un cartel de neón con el titular de “centro-izquierda” sin mayor contenido”. Aquello se había convertido en un partido a la medida de Albert Rivera, que patrimonializa el prestigio de los intelectuales de izquierda que dieron soporte al proyecto (las personas clave fueron Carreras y Ovejero, y el papel de Boadella y Espada se amplifico porque se les catalogo de “próximos a la izquierda”) y todo el bagaje histórico de la resistencia la nacionalismo. La capacidad camaleónica de Rivera para adoptar y defender una idea y su contraria, quedo demostrada en un programa de televisión en el que se le vio el plumero. También su afiliación previa al PP nos dejo translucir sus iniciales tendencias (hecho disculpable si no lo hubiera querido ocultar cual pecador pillado in fraganti).
El problema no es el neón de izquierda, si no la presencia en la dirección de un hombre que no lo era y que incluso había demostrado su desprecio hacía el mundo de la izquierda. El problema para muchos se podría reducir al enfado por incapacidad de controlar el partido por el entorno de Arcadi Espada (Nuño, Barbat, March y otros). El camino que hubiera tomado si lo hubieran conseguido no lo sabemos y es muy posible que el final de haberlo controlado hubiera sido la formación de la Unión del Pueblo Catalan a imagen y semejanza de el fallido UPN (proyecto intentado y fracasado con Unió). De hecho ya comentaban algunos miembros del grupo fundacional las conversaciones de Espada con Aleix Vidal Quadras. No sabemos muy bien cuales eran sus pretensiones, pero ahí queda el cabreo de Francesc de Carreras y Ovejero. Y como muestra comentar que no deja de ser llamativo como la protegida de Arcadi desde el Tivoli: “Maite Nolla” se pasó al PP a la menor oportunidad como miembro de su fundación de generación teórica en Cataluña y con firma en Libertad Digital y presencia (no se si aun) en las tertulias de Jiménez Losantos.
Aunque a decir verdad, Espada dejo una gran huella y el concepto de transversalidad quedó en Ciutadans, como renuncia a cualquier debate ideológico, como renuncia a una política social y por tanto caldo de cultivo para que Rivera y sus acólitos, camelando, quiero creer, a Carreras y Ovejero, se quedaran con el negocio en que se ha convertido Ciutadans.
Ahora por fin se les cae la careta y pactan con quien más les interés les da, se rompieron los neones de izquierda y de derecha y quedó lo que algunos ya anunciábamos: puro oportunismo. Se ha convertido Ciutadans en el “tonto útil”, pero bien pagado, del nacionalismo. Su presencia hoy es una rémora para la construcción de una alternativa de izquierda al nacionalismo.
Se han escuchado las opiniones de los intelectuales del ala derecha que animaron la creación de Ciutadans. Echo en falta las de Francesc de Carreras y Félix Ovejero (este último me consta que ya ha abandonado Ciutadans) representantes del ala izquierdista del citado grupo.
Espero oírlas o leerlas en breve
Vicente Serrano
Barcelona, 4/05/09
