Cuatro mujeres asesinadas en el día más trágico de la violencia de género

Violencia de géneroCuatro mujeres asesinadas en menos de 24 horas en casos de violencia de género; diecisiete -catorce plenamente confirmados- en lo que va de año, lo que supone un crimen cada tres días; setenta y cinco muertas el año pasado, el más dramático desde que hay estadísticas… Ayer fueron Madrid, Puerto de Santa María (Cádiz), Cullera (Valencia) y Valladolid los escenarios de los sucesos. Al menos dos de las víctimas -la de El Puerto y la de Cullera- habían denunciado a sus asesinos, sobre los que pesaban órdenes de alejamiento, lo que otra vez no fue suficiente para salvar su vida. El criminal de la capital pucelana se suicidó.

El primer suceso, informa Leticia Toscano, se descubrió de madrugada en pleno centro de Madrid, donde una mujer de origen boliviano fue acuchillada por su pareja. La alarma saltó pasadas las doce de la noche cuando una vecina llamó al 112 tras encontrar a un hombre joven, de rasgos latinoamericanos, tirado en la calle con cortes en las muñecas, a la altura del número 151 del paseo de Santa María de la Cabeza. La mujer, asustada, pidió ayuda y se llevó al herido, Néstor Wilfredo V. S., un boliviano de 29 años, para realizarle las primeras curas a su propia casa, sin imaginar lo que ocultaba el autolesionado.
En situación ilegal
Hasta el domicilio de la mujer se desplazó el Summa y la Policía, quienes, tras mantener varias conversaciones con Néstor Wilfredo V., descubrieron indicios de que su novia, Laura M. I., también boliviana de 22 años, podría estar herida en el domicilio que ambos compartían desde hacía dos meses en el número 43 de la calle Salitre, a pocos metros del lugar donde apareció el joven herido.
Sobre las 03.50 de la madrugada la Policía llegaba al piso, un bajo en pleno barrio de Lavapiés. Allí estaba el cadáver de Laura, quien había recibido una puñalada en el abdomen y dos en el tórax. Al parecer, llevaba unas doce horas muerta. Néstor Wilfredo V. está en España de forma irregular, no tiene antecedentes desfavorables y la víctima no le había denunciado antes por malos tratos. Los vecinos del inmueble donde vivía la pareja, un edificio antiguo de cuatro plantas, amanecían ayer sorprendidos ante lo ocurrido a pocos metros de su casa.
El segundo crimen se produjo sobre las tres de la tarde en El Puerto de Santa María y la víctima fue una mujer de 49 años, María Victoria M. J., que perdió la vida a manos de su ex marido, de 56. Los hechos, según informa Eugenio Camacho, ocurrieron en la calle San Juan cuando, según los testigos, la víctima había entrado en un asador de pollos y el criminal irrumpió violentamente en el local. En plena discusión, el hombre le asestó cuatro puñaladas por la espalda.
A.H., dueño del asador, puso en riesgo su integridad física al enfrentarse al asesino y reducirle a la espera de que llegara la Policía, que se hizo cargo de él. Antes de que llegaran los agentes hubo momentos de gran tensión ya que el criminal fue insultado e incluso hubo conatos de agresión por parte de los indignados vecinos que se agolpaban en el lugar. Sobre el asesino pesaba una orden de alejamiento.
El tercer caso de la terrible jornada se produjo en la localidad valenciana de Cullera, donde otra mujer moría tras recibir un disparo «a bocajarro»de su ex marido, sobre el que pesaban dos órdenes de alejamiento y que tenía antecedentes penales. La mujer, informa Esteban Villarejo, contaba también con una orden de protección dictada por el Jugado número 14 de Valencia. De nada sirvió y tendrá que ser la investigación la que determine cómo en estas circunstancias se pudo perpetrar el asesinato.
Los hechos sucedieron sobre las cinco de la tarde cuando la víctima, M.G.S.V. de 44 años, se encontraba en la terraza de la cafetería «El rincón del lobo», situada en el número 1 de la calle Poeta Miguel Hernández.
«Fue muy rápido», afirma uno de los testigos, que relata cómo el agresor disparó al pecho causándole la muerte en el acto. Utilizó una pistola de calibre 38. «El hombre estaba muy tranquilo, con gran frialdad. Después huyó, pero sin correr, e intentó sacar el arma de nuevo cuando finalmente se vio acorralado. Entre cuatro o cinco agentes lo redujeron», relata el encargado de un restaurante próximo que presenció su detención.
Tanto víctima como agresor, de 58 años, eran españoles y tenían dos hijos. La mujer presentó una denuncia el pasado día 2 de enero contra su ex marido y al día siguiente se celebró en el Juzgado de Instrucción número 4 de Sueca, encargado de los asuntos de Violencia sobre la Mujer, un juicio rápido por un delito de amenazas que se resolvió por conformidad. El hombre aceptó cumplir una pena de cuatro meses de cárcel por un delito de amenazas, y otros 16 meses de alejamiento respecto a la mujer, a la que no se podía acercar a menos de 200 metros, o comunicarse con ella por cualquier tipo de medio.
Desde una ventana
El último caso del día se produjo en el barrio vallisoletano de Huerta del Rey y la víctima fue una antigua vecina, M.J.M.C., de 54 años, quien murió tras ser tiroteada con una escopeta por su ex marido, identificado como F.L.F., de unos 57 años. El asesino, informa Sara López, tras matar a su ex mujer prendió fuego a su vivienda y luego se quitó la vida con el mismo arma.
Los hechos se produjeron en la tarde de ayer, cerca de las 18.45 horas, cuando F.L.F, vecino de la avenida Vicente Mortes, número 31 y pintor de profesión disparó desde la ventana de su domicilio a su ex pareja. Según las primeras investigaciones, el criminal apretó tres veces el gatillo causando a la mujer heridas mortales. Los proyectiles le alcanzaron en la espalda y la cabeza, según los testigos.
Cuando llegaron los servicios sanitarios aún vivía, pero los médicos nada pudieron hacer por salvarla. En la zona se vivieron momentos de gran angustia, ya que vecinos y curiosos se habían concentrado en la zona -el edificio tuvo que ser desalojado por el incendio- y presenciaron las maniobras de reanimación.
La víctima, que vivía en el barrio de La Victoria con su madre y sus cuatro hijos, se había acercado hasta la zona en la que residía anteriormente para tomar un café con una vecina y amiga, quien entre sollozos aseguraba que «se llevaban mal, pero no era para tanto». La pareja estuvo veinte años casada y llevaba dos separada.
Vecinos de la zona aseguraron a ABC que la víctima era «una persona amigable y sencilla», mientras que él era de «carácter violento, aficionado a la caza y había tenido algún problema con las mascotas de algunos residentes». En cualquier caso, nadie esperaba que pudiera hacer algo así, ya que la mujer iba mucho a esta barriada para ver a sus amigas y nunca temió por su vida.
Como es lógico, tras los asesinatos se ha vuelto a abrir con fuerza el debate de la violencia contra la mujer. La delegada especial del Gobierno contra este fenómeno, Encarnación Orozco, aseguró que tan sólo una de las mujeres muertas este año a manos de sus parejas o ex parejas había presentado una denuncia contra su agresor. Por ello, resaltó la importancia de la denuncia para poner en marcha los mecanismos de protección, al tiempo que precisó que ya son 84.000 las mujeres que cuentan con esas medidas.
Por su parte, la presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género del CGPJ, Montserrat Comas, negó que se «pueda hablar de fracaso de la ley», a pesar de que las cifras son cada día más alarmantes. Comas creee que más que cuestionarla, lo que hay que hacer es «preguntarse cómo ser más eficaz» en su cumplimiento.
Tanto el PP como el PSOE llevan en su programa medidas para combatir la violencia contra la mujer y muy probablemente hoy será un asunto central en sus mítines. Incluso, apareció en el debate entre Zapatero y Rajoy, cuando este último le recordó que nunca había habido más asesinatos que tras la aprobación de la Ley Integral, que también apoyaron los populares.
ABC (27.02.2008)

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