Los técnicos están delimitando las zonas que rastrear en función del viento registrado
Sara Sans – Tarragona.- El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) emprenderá una nueva campaña de mediciones en el exterior de las instalaciones de la central nuclear de Ascó durante los próximos días. Los técnicos están delimitando la zona a "peinar" en función de los vientos – la mayoría en dirección a Vinebre– que se han registrado en la zona desde el 29 de noviembre, fecha a partir de la cual pudo haberse producido la fuga de las partículas radiactivas. "El perímetro se ampliará en función de si encontramos nuevas partículas; empezaremos por el perímetro de la central e iremos ampliando el campo de acción más allá del Ebro", explica Manuel Rodríguez, subdirector de protección radiológica del CSN.
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El incidente se ha clasificado como nivel 2 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES) por el "inadecuado control del material radiactivo y por proporcionar información incompleta y deficiente al organismo regulador" y ha comportado la apertura de un expediente sancionador por parte del CSN, que también ha pedido la depuración de responsabilidades. Mientras se concreta ese expediente, el CSN está analizando los datos facilitados por la propia titular sobre la radiactividad recogida en el exterior de la central. Los técnicos intentan delimitar cuándo se produjo exactamente la fuga y, en función de las condiciones meteorológicas registradas desde aquel momento, podrán hacer una estimación de sus consecuencias. Hasta ahora, y según los últimos datos, la cantidad de radiactividad recogida en el exterior es de 19,5 millones de bequerelios, cifra que la central había situado hasta el pasado fin de semana en 235.000 bequerelios. Sin embargo, según los cálculos del CSN, teniendo en cuenta que la fuga pudo haberse producido a partir del 29 de noviembre, "esta radiactividad sería en aquel momento muy superior, y podría haber alcanzado los 84,95 millones de bequerelios", dice Rodríguez.
En unos días, los técnicos del Consejo comenzarán una nueva campaña de mediciones fuera de las instalaciones nucleares, por Vinebre, hacia donde ha soplado el viento. Hasta ahora, el 95% de las partículas halladas están a un radio de unos 50 metros de la chimenea por donde se produjo la fuga radiactiva.
El CSN insiste en que las cantidades halladas no suponen un peligro para la población, algo que cuestiona el portavoz de Greenpeace, Carlos Bravo, quien insiste en que "hasta ahora el análisis ha sido muy poco riguroso". Además del CSN, también la organización ecologista, la Asociación de Municipios en Áreas Nucleares (AMAC) – que la próxima semana se reunirán con responsables del CSN para analizar de nuevo el suceso- y los alcaldes de la zona han pedido responsabilidades por este suceso.
El CSN descarta hacer controles a los escolares
El Consejo de Seguridad Nuclear mantiene que no es necesario realizar mediciones a los alumnos de las escuelas que visitaron las instalaciones desde el mes de diciembre, "porque en ningún caso estuvieron en la zona donde se han encontrado las partículas radiactivas y el centro de visitantes está muy alejado", explica el subdirector de protección radiológica del CSN. No obstante, el director del Colegio Maristas de Girona, Robert Serra, se ha puesto en contacto con los responsables de Ascó para reclamar que la cuarentena de alumnos de cuarto curso de ESO que el pasado 4 de abril visitaron las instalaciones del complejo nuclear pasen una revisión, según informó Efe.
La Vanguardia (16.04.2008)