El fanatismo es una patología moral y mental que envenena a las personas hasta convertirlas en monstruos disociados, capaces de llorar por una paloma herida mientras destripan tranquilamente a su vecino. Y creo que los nacionalismos son terreno abonado para que prenda la locura fanática. No siempre sucede, pero el peligro ronda. El nacionalismo es una enfermedad infantil del ser humano, decía Einstein, y desde luego nos pone en contacto con nuestro lado más primitivo.
Rosa Montero (1951), periodista y escritora