Fractura y social

La llamada fractura social es un añejo concepto catalán. Fue muy invocada por los nacionalistas, y especialmente por los nacionalcomunistas, durante el franquismo. En aquel momento les parecía prioritario que la clase obrera mantuviera la unidad frente al común enemigo explotador. El concepto nació perfectamente embarazado de su falacia. La clase obrera era entonces abrumadoramente castellanoparlante y solo tenía que mantener la unidad consigo misma. No solo eso: lo puramente sensacional es que la unidad se le exigía en torno a la lengua catalana, que hablaban los explotadores y un selecto ramillete de explotados que pronto dejaron de serlo.

Cata(luña) I y II

Ayer envié las preguntas de la encuesta a las primeras diez personas. Recordemos las preguntas: Señor, querría incluir en mi columna del diario El Mundo su respuesta a estas dos preguntas. Le agradezco vivamente su colaboración. 1. ¿Quiere usted que Cataluña siga formando parte del Estado de España? 2. ¿Defendería activa y públicamente su punto de vista si en algún momento Cataluña y el resto de España iniciaran un proceso de discusión de su vínculo constitucional? Cordialmente,Arcadi Espada

Exit International

Hay algo más preocupante. Sánchez-Camacho dice de Mas que ha dejado huérfana a una parte de la ciudadanía catalana. Será su padre, diputada. Porque el que está dejando huérfanos a una gran parte de catalanes es el Gobierno del Estado, mudo y en parálisis Chacón tiene una probada facilidad para sintetizar la estulticia ambiental. Dijo que no iría a la manifestación de Barcelona, pero que respetaba las ideas de los que fueran. Es la estrategia del político supuestamente astuto: complacer a los que van y a los que vuelven. Pero no. Las ideas de la manifestación no merecen respeto, porque LEER MÁS

Cuando va mal, va mal

Se trata de un momento decisivo para los nacionalistas catalanes. Amenazados por la ruina y la irrelevancia tienen que tratar de convencer a sus fieles de que el nacionalismo es algo más que un capricho burgués en tiempos de derroche Ahora imagine el agostado lector que una vez solicitado el préstamo y concedido España le dijera a Europa que acepta su dinero, pero no sus condiciones. ¡Gallarda España! Exactamente eso es lo que pretende decirle ahora la región catalana al Estado: págame las deudas y dame plena libertad para seguir contrayéndolas. Se trata, obviamente, del último capítulo de la alienación LEER MÁS

Making of de Aguirre y su valet

La opinión socialdemócrata, que siempre es transversal, no cabe olvidarlo, carga contra la presidenta Aguirre porque ayer donde Herrera, dicen, eludió hablar del déficit para dedicarse al fútbol. Como es habitual, su fuerte no son los hechos.

PP-PSOE

  El PP debe gobernar en Andalucía, con el apoyo o el permiso del PSOE. En Asturias debe pasar al revés. Al mismo tiempo el extremeño Monago ha de gobernar con los socialistas. Es urgente que populares y socialistas pacten en todas aquellas circunstancias donde dependan de IU o de los partidos nacionalistas. Tanto unos como otros son fuerzas que se sitúan al margen del sistema y no hay razón para que el sistema les favorezca. Nadie en su sano juicio, es decir, en un juicio no perturbado por la histeria de la representación política, puede creer que la política LEER MÁS

El estado de excepción lingüístico

El periódico sitúa el asunto de la inmersión lingüística en el terreno jurídico. Tiene motivos coyunturales. Pero es un camino cegado. Lo único que podría acabar con la inmersión lingüística es la política. La política que el Partido Popular y el PSOE se han negado a practicar durante tres décadas. Esconderse detrás de los jueces está ya demasiado visto.

El PP no se queda solo, sino mal acompañado

El pacto, aun más intuido que manifestado, entre Convergència y el Partido Popular es la primera mala noticia del nuevo gobierno y un paso atrás en la imprescindible reforma del Estado. Aventura la continuación del sometimiento a la política de parches económicos, persevera en la desigualdad entre los ciudadanos españoles y legitima una vez más la supremacía del discurso nacionalista. Supone también la visualización de la primera grieta en el nuevo gobierno, donde el dúo Montoro y Sáenz de Santamaría han impuesto sus tesis pactistas sobre la radical claridad reformista expuesta por Luis de Guindos.

La nación, en cintura

  Tampoco suponen mayor novedad las facilidades que encuentra el presidente Mas para imponer su política. En cualquier otro lugar la izquierda habría impugnado con suma beligerancia este planteamiento. Pero eso es ya imposible en un lugar donde la izquierda ha sido secuestrada, raptada, mejor, por el nacionalismo. La izquierda catalana no puede discutir ese reparto de las cosas sin atentar dramáticamente contra su naturaleza. De ahí que como mísera solución de compromiso prefiera aferrarse a la insuficiente financiación de la autonomía (mucho más ahora que el PP se apresta a gobernar), sin que le importe coincidir una vez más LEER MÁS

Subnación

  Cualquier institución catalana es siempre un algo más, se trate del Barça, TV3, La Caixa o ‘La Vanguardia’. Esa plusvalía del ser es, y muy precisamente, el puro efecto de la subvención Duran Lleida, frente a la cultura de la subvención sureña. Sus críticas. Absolutamente irrisorias. El objetivo inmediato (de tan obvio, casi pornográfico) es limitar los daños electorales que pueda sufrir Convergència a causa de los recortes del gasto decididos por la Generalitat. A Duran sólo pueden votarle los empadronados en Cataluña y las consecuencias negativas que pueda tener su discurso son, desde el punto de vista electoral, LEER MÁS

Bávaro Duran

En Alemania hay quejas sobre el derroche sureño y la necesidad de reducir la solidaridad. Y no sólo lo hace la poderosa prensa sensa(na)cionalista. Muchas de las medidas que ha tomado la ministra Merkel parten de una extendida opinión pública alemana que exige rigor en las cuentas a cambio de ayudas. Es posible introducir algún matiz en este relato y traer a cuenta las indisciplinas presupuestarias alemanas. Y también el interés puro y duro que trasciende a la solidaridad: para Alemania el euro ha sido un mercado exuberante. Pero los matices son incompatibles con el pueblo y el alemán exige esto: LEER MÁS

Hace 20 años, situaos

  Hace 20 años, exactamente la tarde del 29 de mayo de 1991, ETA mataba a diez personas, algunas muy pequeñas, haciendo estallar un coche bomba contra la casa cuartel de la guardia civil en Vic. La imagen del atentado, obra de Pere Tordera, fue la del guardia civil que llevaba entre sus brazos a una niña herida, sin pie. Hoy le hubieran cortado el pie otra vez para no herir la sensibilidad. Es una foto inmensa, un orgullo del periodismo y de la vida. Vuelvo a verla, y al guardia, en el reportaje de David Fontseca que dio el LEER MÁS

El modelo quebecois

En enero de 2011, Jordi Pujol, el gran estadista español, centró su apuesta política para Cataluña en una «solución tipo Quebec», cuyo sistema de autogobierno calificó «de excepcional». No sabría precisar si esto fue un minuto antes o un minuto después de anunciar que se había vuelto independentista, como el que anuncia que después de una vida depravada quiere morir en paz con el Señor. En cualquier caso, la declaración remataba treinta años de bobadas sobre el Quebec y Cataluña, a las que yo quiero adherirme aunque sea por 2.17, que es el tiempo que tarda mi writer en leer LEER MÁS

El dimitido

Hace dos semanas Marcelino Iglesias descartó que el Dimitido fuera a revelar su futuro político: «Soy el secretario de Organización del PSOE y …» Todo el mundo, él incluido, creyó que el cargo le obligaba a estar al corriente. En realidad le obligaba a estar in albis. Estado al que, de todos modos, Iglesias no parece personalmente muy ajeno. Bien se recuerda que nada más llegar al cargo dijo que España abandonó el Sáhara «por el 73 o el 74». Y que un rato antes de que Rubalcaba y el Gobierno le desautorizaran, declaró que la aparición de Sortu era LEER MÁS

Cataluña, en suspensión

No hay mayor duda de que Artur Mas gobernará Cataluña con unos votos de allí y otros votos de allá. La pregunta es con qué proyecto. No hay duda, tampoco, de que los socialistas catalanes deberán acometer una durísima e implacable refundación. La cuestión es con qué proyecto. La sentencia de las urnas catalanas ha sido fundamentalmente destructiva. Ha arrasado con la gestión del gobierno tripartito, con la deriva nacionalista de los socialistas y con la carrera política de José Montilla. Y con la supuesta crecida del independentismo: más allá del vocerío deportivo el proyecto independentista se ha debilitado. Lo LEER MÁS

El perdonavidas

Artur Mas hace grandes esfuerzos de autocontrol. Mucho más ahora que cree que tiene las elecciones ganadas. Todo iba bien, la otra noche en la televisión, hasta que Albert Rivera, empezó a hablar en castellano. Se rompió. A veces, cuando un producto del marketing, la telegenia y los argumentarios frigorificados (es decir, un político de nuestro tiempo) se rompe el resultado es agradable y humano. Pero lo que se vio debajo de las costuras de alambre del líder de Convergencia resultó francamente desagradable: «Fíjese si somos tolerantes que usted habla en castellano en la televisión nacional de Cataluña y no LEER MÁS

¿Demócratas…? ¡Nacionalistas!

Cataluña es el lugar de España donde mejor caería una dictadura Cataluña es el lugar de España donde mejor caería una dictadura. La preferencia por el sistema democrático está, concretamente, once puntos por debajo de la media española. Los datos son del Centro de Investigaciones Sociológicas y los recopilaba hace poco el diario La Vanguardia. La reacción generalizada a la estadística ha sido de gran turbación: el establishment local es un gran especialista en llevarse las manos a la cabeza. Acto seguido le han endosado a don José Montilla la responsabilidad de semejante estado de las cosas. Me parece una LEER MÁS

¡Abran, policía!

Querido J: El 12 de septiembre de 1813 un parlamento decidió por vez primera en España sobre las corridas de toros. Fue el de las Cortes de Cádiz. Había dos hombres. Uno era murciano. El otro catalán. Don Simón López. Don Antonio de Capmany. El catalán, culto, ilustrado y acaso por esto del que dijeron rápidamente que no era un buen catalán, defendía las corridas. Ya lo había hecho ante adversarios de más fuste, como Jovellanos. Las defendía porque, a su entender las corridas de toros eran una expresión del carácter nacional. Las actas de las Cortes de Cádiz correspondientes LEER MÁS